¿En qué ciudad es más caro abrir un negocio?

La carga fiscal que soporta un negocio puede variar en casi 1.000 euros en función del lugar en el que decida abrir el propietario. Las tasas que cobran los ayuntamientos por ofrecer servicios es lo primero con lo que cumplen los empresarios y varía en función de la ubicación y no de la caja que haga. Si bien es cierto que el sitio determina los ingresos, llama la atención la tremenda diferencia de una localidad a otra.

Los consistorios gaditanos han hecho un esfuerzo por contener los impuestos durante los años duros de la crisis. Desde 2008 se vienen congelando tasas y ofreciendo facilidades de pago a los contribuyentes. Sin embargo, pocos han tenido margen para reducirlos y son aún una pesada losa para que el decide emprender.

La Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) hace un análisis exhaustivo sobre la situación en un informe provincial de tributos que ha dado este miércoles a conocer.

Y en este estudio, que ha cumplido veinte años, destacan dos aspectos: la carga fiscal que crece en función de la cercanía con la playa y los altos gravámenes de los grandes núcleos urbanos. En el mapa de la provincia los municipios de la Bahía de Cádiz y Jerez son los que soporta una mayor presión fiscal. A ellos se les suman Tarifa, Grazalema y Sanlúcar, que se colocan entre los primeros puestos en varias de las tasas más habituales.

Para valorar cómo afectan estos impuestos a cada negocio habría que tomar como referencia el mismo ejemplo en todos los casos: pongamos un comercio -que es la actividad más habitual- con local en propiedad de 100 metros cuadrados en una calle principal. Pongamos que el propietario dispone de un vehículo para la empresa, ha instalado un vado y ha realizado al menos una obra de adaptación para la que ha requerido la correspondiente licencia urbanística. Los municipios que más recaudarían por este negocio serían El Puerto, Tarifa y Cádiz, que alcanzarían los 1.530, 1.356 y 1.284, respectivamente, teniendo en cuenta las tasas más habituales: el Impuesto de Bienes Inmuebles, vehículo de tracción mecánica, basura, vado y licencia urbanística para la obra.

En el resto de ciudades de la Bahía no se encuentran grandes diferencias con importes que van desde los 1.129 en San Fernando y Puerto Real y los 1.186 de Chiclana. En este cálculo, el impuesto de recogida de residuos y el de entrada y salida de vehículos -el que regula el vado- son los que más han variado en este tiempo, mucho más que el IBI o el de vehículos de tracción mecánica. También ha sido el que más ha variado en estos años con subidas significativas en localidades del Campo de Gibraltar. El IBI es el otro gravamen sobre el que carga la presión fiscal y sigue siendo alto en lugares como la capital gaditana, que el próximo año aplicará la revisión catastral.

En el otro extremo se sitúan los municipios de la Sierra de Cádiz, de menor tamaño, donde los ayuntamientos tampoco tienen capacidad para prestar todos los servicios y, por tanto, tienen tasas municipales más baratas. Es el caso de Villamartín, Torrealháquime o Puerto Serrano cuya factura anual de todos los gravámenes comunes oscila entre los 300 y los 500 euros. A pesar del tirón turístico tampoco se encuentran entre los más caros Conil y Vejer que no llegan a los 1.000 euros. En los que sí parece haber tenido efecto esa demanda de los visitantes es en localidades que forman parte de la Ruta de los Pueblos Blancos, donde los impuestos han experimentado incrementos en estos últimos cuatro años. Ejemplos de ello son Grazalema, con importe de IBI al nivel de grandes municipios o Prado del Rey, que también ha visto crecer la tasa de basura para el sector de la restauración y tiene un impuesto de la contribución elevado. Todos ellos tienen una factura anual de entre 1.072 euros -que es el caso de Grazalema- si se sigue con el ejemplo anterior a 780 de El Bosque.

Los empresarios han valorado el esfuerzo que han hecho los ayuntamientos en estos años de crisis. Igualmente recuerdan la «necesaria implementación de tecnologías que permitan acceder, de manera ágil y transparente, a la información relativa a las ordenanzas fiscales provisionales que regirán las tasas e impuestos municipales en el próximo ejercicio». Así lo ha manifestado la secretaria general de la CEC, Carmen Romero. Pide que las modificaciones impositivas se publiquen vía telemática y reclama más transparencia.