REPORTAJE

La casa ¿de los horrores? de Chiclana

¿Qué ocurrió en aquel chalet? La truculenta historia de unos cuidadores y los ancianos que tenían a su cargo se ha destripado en la Audiencia de Cádiz

La casa de Chiclana que alquiló la pareja y donde supuestamente cuidaban a los ancianos extranjeros que tenían a su cargo.

María Almagro

Podría tratarse perfectamente del guión de una de esas sórdidas películas en las que sus protagonistas hacen lo que sea con tal de conseguir su objetivo, cumplir el plan. Donde las víctimas además son personas muy vulnerables, ancianos con dependencia, sin apenas familia o sin ninguna, necesitados de cuidados, de ayuda, de alguien que les eche una mano para poder seguir viviendo con dignidad y sin penurias. Confiados. Solos. Y ante ellos, una pareja que presta sus servicios como cuidadores y que les prometen que los atenderán por algo más de mil euros, que no les faltará de nada, que dejen sus residencias y se vayan con ellos a una maravillosa casa con piscina en la costa gaditana donde estarán mucho mejor.

Pero... la historia se da la vuelta. Y el mucho mejor se convierte en una auténtica pesadilla. En carne de un thriller de terror. Les dan poco y mal de comer, les dejan encamados en habitaciones desangeladas, frías, con escaso aseo, les engañan y les quitan todos sus ahorros y los bienes que tienen... y así durante meses. Hasta que ellos, enfermos, van falleciendo.

Esa sería esta terrible historia. Por la que esta semana la pareja formada por Estrella M. y Marcus A. se ha sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Cádiz. Se les acusa de haber maltratado y engañado a cuatro ancianos a los que supuestamente cuidaban en un chalet de Chiclana que, cuando saltó el caso en 2017, se llegó a bautizar como 'La casa de los horrores' . Pero, ¿fue realmente así?, ¿fueron Estrella y Marcus capaces de hacer eso?, ¿qué pasó en esa casa?. Incógnitas que ahora, tras la celebración del juicio, escuchadas las declaraciones de procesados y de más de una veintena de testigos y vistas todas las pruebas aportadas por la investigación de la Guardia Civil, serán resueltas por un tribunal. Por la justicia.

Y el caso no es fácil. Muchas de las versiones que se han dado en la sala han apuntado a estos supuestos cuidados deficitarios y engaños. Sin embargo también ha habido quien ha sostenido que eso no ocurría tal y como se estaba contando. Personas que estuvieron en esa vivienda, médicos que atendieron a las supuestas víctimas, investigadores... Una causa que está llena de detalles y recovecos que son claves para comprobar si de verdad fue como una película de terror.

Los acusados

«Ellos querían que los cuidara». Se manifestó ante el tribunal Estrella M., una ciudadana cubano-alemana, de mediana edad, y que llegó a España hace años «para buscar un futuro mejor». Por ello se publicitó como cuidadora de ancianos en Canarias, aunque no tenía formación ni título (como admitió). Allí, en Tenerife conoció a algunos de estos mayores. Estrella sí quiso declarar en el juicio a preguntas solo de su defensa. Mantuvo en todo momento su inocencia, asegurando que no los había maltratado, que los mantenía aseados, les daban de comer y que además los llevaban a hospitales o a centros cada vez que lo necesitaban (ingresos que sí constan en la investigación).

También negó que hubieran vaciado las cuentas de estas personas, que los poderes que les dieron fueron destinados a las compras de las necesidades que iban teniendo. Marcus, ciudadano alemán y pareja en la fecha de los hechos de Estrella, no quiso declarar y durante los tres días de juicio se ha mantenido aparentemente tranquilo y atento a todo lo que se exponía. Ambos se enfrentan a una pena de 28 años de prisión. La fiscal les acusa de cuatro delitos de maltrato continuado, lesiones, estafa (o subsidiariamente apropiación indebida), y falsedad en documento público.

Las supuestas víctimas

Fueron cuatro. María Babes . La anciana alemana de 102 años cuya búsqueda destapó el caso. La Guardia Civil dio con ella en Chiclana después de que se denunciara su posible desaparición y se diera el aviso a España. La encontraron en una residencia del Novo. Acababa de ingresar después de haber pasado por la casa donde Estrella y Marcus supuestamente la cuidaban. Ingresó, según los médicos que la atendieron, con un cuadro grave de deshidratación. Acababa de estar varios días en el Clínico de Puerto Real por las mismas causas. Según se ha declarado en el juicio había conocido a la cuidadora en Tenerife, en un parque, y tras mantener cierta relación con ella, se fue a vivir junto a ellos a Chiclana. Estrella afirmó que la relación conMaría venía de años atrás, una cuestión puesta en duda por la Fiscalía. Ante los agentes, Babes, que fallecería poco después, aseguró que ella no había dado permiso para que hicieron uso de sus cuentas. Los investigadores sospechan que le pudieron quitar más de 200.000 euros además de algunas propiedades.

María Babes, la anciana cuya búsqueda destapó el caso.

Además de María, se hicieron cargo de Silvestre , quien habitó una de las casas anexas a la principal donde se encontraban los cuidadores. Cuando le preguntaron sí ellos le cuidaban bien, él dijo que no aunque después aseguró que sí. Aún así, seguía domiciliado en Tenerife y su asistencia a la Clínica del Dolor donde tenía que acudir se fue espaciando en el tiempo una vez que llegaron a Chiclana. Este alemán coincidió también con Elisabeth , una mujer que dijo ante el instructor que solo le daban de beber té y que le cambiaban únicamente una vez al día los pañales. Además afirmó que les había dado un poder pero solo para que se hicieran cargo de las necesidades de su atención y no para otras cuestiones.

Y Gabriel . Otro anciano que años atrás había sido pareja de Estrella y que llegó desde Italia, según la acusada, para estar junto a ella porque él lo quiso así.

Los forenses y médicos

Muchos de los testigos que han pasado por este juicio han sido sanitarios que atendieron en algún momento a alguno de los ancianos. En la mayoría de los casos advirtieron de que llegaban a los centros o al hospital con graves síntomas de deshidratación y, una vez que recibían tratamiento, mejoraban considerablemente. Las defensas de los acusados han insistido que el hecho de que los llevaran a que los atendieran estos profesionales prueba que no quisieron hacerles mal y que los síntomas que presentaban eran debido a sus avanzadas edades y a las patologías que sufrían. En cuanto a si les visitaban cuando estaban ingresados, constan partes que sí confirman que sí iban a verlos pero, para la acusación, esa atención y cariño, no está debidamente acreditada.

La muerte de Gabriel

Uno de los episodios que se dieron y cuyas circunstancias se han reproducido en sala fue el fallecimiento de Gabriel en la casa de Chiclana. Los sanitarios, un enfermero y una doctora, que acudieron al aviso, lo encontraron al llegar agonizando en la cama. Estrella les había llamado para que lo atendieran. Según declararon estos dos testigos se encontraron al señor en una habitación «desangelada», «fría», y a la cuidadora, «muy inquisitiva», pidiéndoles que se lo llevaran de allí al hospital. El grave estado en el que se encontraba no permitía ya su traslado, aseguraron. «Parecía que ella no lo entendía». «Murió solo», afirmaron. Estrella declaró que su intención era que los médicos pudieran salvarle la vida en el hospital. «Los acusados ya se habían hecho con todo su patrimonio, ya no les interesaba», afirmó la fiscal.

Imagen de una de las habitaciones donde estaban los mayores.

La visita al notario

En cuanto a la posible estafa, apropiación indebida y la falsedad de documento público este capítulo fue también clave. Estrella asistió al notario con la que supuestamente era María Babes para que ésta le firmara un poder y además le hiciera única heredera de su generoso patrimonio. La Guardia Civil presentó las pruebas oportunas y el notario ha dado su versión. Fue tajante. Recibió a Estrella, acompañado de otra persona (Marcus) y a la anciana en su notaria. Pero, como ya apuntaba la investigación, esa persona era otra. Cuando los agentes le enseñaron en vídeo la imagen de la anciana, certificó que quien firmó aquel día había sido otra mujer. Elisabeth. Ella misma también lo confirmó en su declaración en instrucción al contar que había firmado unos papeles que le había dicho Estrella. Además también contó que les había dado otro poder pero que no sabía si habían hecho otro uso de su dinero que no fuera para los gastos de sus cuidados. También desconocía qué había pasado con un apartamento que tenía en el Puerto de la Cruz.

Estas y otras claves están ahora en manos del tribunal de la SecciónCuarta que juzga a los dos procesados. Ambos se enfrentan a una elevada pena de cárcel pero todo dependerá de lo suficientemente acreditadas que estén todas las pruebas que se han presentado y los testimonios que se han ofrecido. Entonces se sabrá si realmente esa fue la casa de los horrores o no. Y si además les robaron más de millón y medio de euros, según la estimación de la Fiscalía.

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