101 KM EN 24 HORAS

Los 101 kilómetros que se hacen con el corazón

Este fin de semana se ha disputado en Cádiz y Málaga una de las pruebas deportivas más duras de España

El objetivo, recorrer 101 kilómetros por la sierra en 24 horas. V.S.M.

Verónica Sánchez

¿Qué lleva a una persona a realizar en bicicleta o a pie una carrera de 101 kilómetros en un tiempo máximo de 24 horas (12 en el caso de las bicis), aguantando las inclemencias del tiempo, sin descansar y superando grandes desniveles de terreno? No lo intenten entender racionalmente, porque así no lo conseguirán. Cuando uno está en Ronda el segundo sábado de mayo viendo a 8.500 'locos' dispuestos a enfrentarse a los 101 km en 24 horas que desde el año 1995 organiza La Legión, se da cuenta de que no va a presenciar una carrera de ultra trail, sino que va a recibir una lección de esfuerzo, compañerismo y superación que no olvidará jamás.

Sábado 11 de mayo de 2019 . A las 10.oo horas, desde la Ciudad Deportiva de Ronda da inicio la prueba de la primera de las categorías, la de bicicleta de montaña (MTB). Los 3.351 ciclistas deben completar el recorrido en un máximo de 12 horas. Muchos nervios antes de la salida entre los marchadores, que entran en la Ciudad Deportiva una vez los ciclistas la han abandonado. Caras conocidas que se abrazan al volverse a encontrar allí, mientras los que van a hacer los 101 por primera vez miran a todos lados, sin querer perder ni un sólo detalle de lo que están viviendo. Y sonrisas, muchas sonrisas.

Entre los grupos, un comentario: el calor. Por ese motivo, explica en una charla con algunos de los corredores el coronel García-Almenta, jefe del Tercio Alejandro Farnesio 4º de la Legión , que organiza la carrera, «hemos reforzado el agua durante el recorrido, sobre todo en los puntos de avituallamiento (hay 19 durante toda la carrera) que coinciden con las horas de más calor. Hoy hay que hidratarse y correr con cabeza».

El novio de la muerte

Quedan cinco minutos para las 11.00 horas y 5.214 voces entonan el 'Novio de la muerte', himno legionario. Tras los tradicionales «¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva La Legión!» comienza la carrera. De fondo, suena 'Réquiem por un sueño'. Entre los marchadores, que disputan la prueba de forma individual o por equipos (compuestos por cinco personas, de los que ha habido en esta edición 267), muchos gaditanos , de Cádiz, San Fernando, El Puerto, Chiclana, Jerez o Conil. Hombro con hombro, abriéndose paso entre las miles de personas que se dirigen hacia la salida, Teresa, Jesús y Raúl. Compañeros de trabajo en San Fernando y, desde ese momento, de cientouno.

Jesús con la camiseta que recuerda a su compañero fallecido. L.V.

Ante los dos primeros, lo desconocido, ya que nunca habían realizado ese reto. Para el tercero, es su sexta participación. Cada uno con su propia historia, con sus motivos para embarcarse en la aventura. «Lo tenía pendiente», dice Jesús. «El brigada León (un compañero fallecido) hablaba mucho de la carrera», cuenta, al tiempo que detalla que por eso está aquí. No pudo hacerla con él, pero en cada paso por la Serranía lleva su homenaje. «Esta carrera es muy conocida en el ámbito militar y desde que entré en Infantería de Marina había oído hablar de ella. Me propuse el reto y tras tener a mis dos hijos y ascender a suboficial, era el momento», explica Teresa. Ambos llevaban cuatro años intentando conseguir dorsal sin éxito (se acaban a los segundos de abrirse las inscripciones, en el mes de noviembre, y este año más de 4.500 personas se han quedado sin obtenerlo).

«Existen muchas carreras pero esta es la madre de las de ultrafondo. Digamos que a partir de ésta nacieron muchas de las que hay hoy. Es una prueba única donde La Legión se despliega al servicio de los ciudadanos. Da igual como la hagas, si quieres terminarla en 10 horas o si lo haces en 24, el objetivo es acabar », afirma Raúl, que forma parte de 'Los últimos susmurais', club de ultrafondo solidario y Hermandad Cientounera. «Un amigo me animó a correr con él, nos apuntamos a varias carreras de ultrafondo con el fin de entrenar los 101. La primera edición no la terminé (corría el año 2011), de modo que volví al año siguiente a quitarme la espina. En las ediciones sucesivas me comprometí a ayudar a algún amigo a llegar a meta, para que no le ocurriese lo que me pasó a mí», declara.

Altas temperaturas

Son las 13.00 horas y el primer corredor pasa por Arriate. 30 kilómetros después del inicio. El pueblo le recibe entre aplausos. Después, los miles que vienen detrás. Allí les están esperando también familiares y amigos que les dan algo fresco de beber y alientan con palabras de ánimo. Los cientouneros están soportando temperaturas de 30 grados con sensación térmica de más de 40 grados.

Teresa, en Arriate, el kilómetro 30. L.V.

«Yo me quedo aquí. Lo siento», dice uno de los participantes a los compañeros que van con él. Comienzan los abandonos que continúan durante los siguientes kilómetros. El calor y la dureza de la prueba hacen que las fuerzas flaqueen. Y es que esta edición de los 101 km en 24 horas, la XXII, se ha consagrado como, probablemente, la más complicada de todas debido a las altas temperaturas. Tanto es así que se retiraron 267 ciclistas y 1486 marchadores y ocho de ellos tuvieron que ser hospitalizados, uno en Jerez, otro en Málaga y seis en Ronda .

51 kilómetros. Setenil . Uno de los pueblos más bonitos del mundo. Centenares de personas se congregan bajo las Cuevas del Sol. «¡Vamos, vamos!», jalean a los marchadores, que llevan la mitad del recorrido. Una de ellas, llorando, decide no seguir. Su marido y sus tres hijos la abrazan. «No puedo más», solloza. Son las 21.00 horas.

De madrugada los marchadores llegan al cuartel de La Legión . Kilómetro 70,5. Allí les espera la cena y un caldo caliente. Este es otro de los puntos en los que tradicionalmente más de ellos tiran la toalla. Y el resto a seguir.

Treinta kilómetros y medio más tarde, la gloria. Ronda les recibe entre aplausos. Al final de la Alameda la meta y el triunfo sellado con el abrazo del legionario y la entrega del «ladrillo», como se conoce a la medalla que les acredita como cientouneros .

Alcanzar la gloria

«Es una carrera muy dura, emotiva, que te pone a prueba», declara a este periódico Irene Román, gaditana, del club de atletismo Divina Pastora de Cádiz . Son las 8.00 horas de la mañana del domingo 12 de mayo. A Irene le acompaña su compañera Sonia Chaves que, casi sin palabras, sólo puede destacar la «satisfacción» por haber conseguido llegar a meta. Para Irene estos han sido sus primeros 101, para Sonia, los segundos.

Uno tras otro van llegando. Lo llevan haciendo en un goteo incesante desde las 19.51 horas del sábado, cuando el primer corredor entró en meta. Teresa, Jesús y Raúl lo hacen 22 horas y media después de haber comenzado. «Salimos tres y llegamos tres» , dice Jesús. Nunca se abandona a un compañero en el camino.

Cartel en Setenil. V.S.

Al día siguiente es tiempo de analizar. Agujetas y ampollas en los pies. Llevan puesta la sudadera que les dieron al llegar a meta y que acredita la gesta. En la espalda se puede leer uno de los 12 espíritus del Credo Legionario: «Disciplina», «cumplirá su deber, obedecerá hasta morir» . Aseguran que nunca se plantearon retirarse. «Si lo hubiese hecho, no me lo habría perdonado», afirma Teresa, que «sólo quería ver a mis hijos al llegar a meta». Dice que no volverá a hacer los 101, que se queda con la experiencia y «estos dos pedazo de compañeros». Jesús ya está pensando en intentar coger dorsal para la próxima edición. «La gente que conoces por el camino, el espíritu legionario, el compañerismo. Es increíble», dice. Y Raúl, por su parte, lo tiene claro, «repito porque engancha, y siempre hay alguien que la hace por primera vez. Le ayudas a prepararla y a terminarla. Esa es mi mayor satisfacción».

Compañerismo, superación, amistad en una fiesta deportiva que cada año congrega a más de 20.000 personas en la Serranía de Ronda, que cuelga el cartel de 'completo' en alojamientos y restaurantes. Los cientouneros ya han iniciado la cuenta atrás para la siguiente edición, en la que además celebrarán el centenario de La Legión. «Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos».

Jesús y Raúl llegando a Setenil. V.S.
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