Se cumplen 25 años de la imposición de la Medalla de Oro de la ciudad de Cádiz a Nuestra Señora de la Soledad

La Cofradía de la Soledad y Santo Entierro está de aniversario. El próximo sábado, día 13, tendrá lugar en la iglesia parroquial de Santa Cruz una eucaristía que recordará el 25 aniversario del día en el que la imagen de Nuestra Señora de la Soledad recibió de manos del entonces alcalde, Carlos Díaz Medina, la Medalla de Oro de la ciudad de Cádiz.

La Junta de Gobierno, explica la cofradía, «lleva trabajando desde hace varias semanas en esta efeméride, a la espera de que la desescalada permitiera tenerla presente junto a sus hermanos y devotos». De esta forma el sábado, a partir de las 20 horas, una Santa Misa oficiada por el director espiritual de la cofradía, Rafael Fernández Aguilar, recordará aquella fecha. Para la ocasión, la Virgen de la Soledad lucirá la medalla y al acabar la eucaristía habrá ofrendas florales a los Titulares por parte de ambas cuadrillas y del grupo de acólitos que acompaña a la Virgen el Sábado Santo.

La corporación municipal aprobó el 2 de febrero de 1995 la concesión de dicha medalla a la Dolorosa de la Cofradía del Santo Entierro. Una petición iniciada con motivo del 400 aniversario fundacional, celebrado entre septiembre de 1992 y septiembre de 1993, y respaldada con las firmas de miles de gaditanos, campaña que contó con el apoyo de la Asociación de Vecinos San Juan, que tuvieron muy presente la carga devocional hacia una imagen que a finales del siglo XVII fue considerada Patrona de Cádiz por acuerdo del Cabildo.

La entrega de la Medalla de Oro de la ciudad a Nuestra Señora de la Soledad fue uno de los últimos actos de Carlos Díaz como alcalde de Cádiz en junio de 1995, pues ya se habían celebrado las elecciones en las que salió elegida como nueva regidora Teófila Martínez.

Durante la eucaristía del próximo sábado, el hermano mayor, Fernando Díaz, recordará la lectura del acta del pleno municipal en el que se aprobó por unanimidad la propuesta de la comisión de Gobierno de conceder la Medalla de Oro de la ciudad, «gracias a un expediente instruido por los tenientes de alcalde Carlos Mariscal y Salvador Ramallo». El día en el que Nuestra Señora de la Soledad recibió la insignia, la imagen se encontraba junto al altar mayor de Santa Cruz, que estaba repleto de fieles. Entre las autoridades religiosas estuvieron presentes el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradía, Manuel Cerezo, y el vicepresidente del Diocesano, Juan Manuel Alcedo. La Corporación bajo mazas accedió al templo desde la sacristía, al igual que el gobernador civil, César Braña; el delegado de Defensa, Agustín Albarracín; y el comandante de Marina, José Manuel Braña. Lorenzo Martínez, secretario general del Ayuntamiento, dio lectura al acta de concesión.

Después de la eucaristía oficiada por el entonces párroco, Marcelino Martín, y el vicario parroquial, Pedro Quintero, en la que intervino la escolanía municipal 'Añil', Carlos Díaz tomó la palabra para ensalzar los valores de una cofradía con cuatro siglos de historia y una corriente devocional muy remarcada desde su fundación. La imposición de la Medalla de Oro de la ciudad a Nuestra Señora de la Soledad dio paso a un caluroso y extenso aplauso de las personas que llenaban el templo.

Aquel día intervino la desaparecida Agrupación Musical Hermanos Cirineos, que realizó un pasacalles por El Pópulo antes de interpretar en el templo tres marchas procesionales, cuya asociación contó con un reconocimiento por parte de la Junta de Gobierno de la que era hermano mayor Juan Miguel Martín.