GUERRA RUSIA-UCRANIA

Decenas de familias ucranianas buscan hogares de acogida en Cádiz

La Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo (Afasode) coordina esta iniciativa para la que demandan voluntarios y donaciones económicas con las que poder sufragar el viaje

Autobús con refugiados ucranianos rumbo a Cádiz LA VOZ

José Pedro Botella

La Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo (Afasode) es una organización sin ánimo de lucro, fundamentalmente, establecida en Andalucía. La entidad nació en los años noventa para dar respuesta a la solicitud de asilo de millares de menores víctimas de la guerra de Bosnia y el Kósovo. Gracias a la labor de su delegación gaditana, ubicada en la localidad de Chiclana, cerca de 3.000 niños pudieron escapar del conflicto buscando un futuro mejor en el sur de Europa.

Durante las últimas dos décadas, su inmensa labor se ha ido extendiendo a otros ámbitos, más allá de la acogida de menores procedentes de países en conflictos . De este modo, por ejemplo, en 2018 se puso en marcha un proyecto que apoya a 21 jóvenes, procedentes de centros de menores, en tres pisos en Chiclana para efectuar un seguimiento y que los jóvenes no se encuentren en situación de desamparo. Su crecimiento ha sido mayúsculo y más de 200 familias gaditanas están dadas de alta como «acogedoras», es decir, susceptibles de recibir a personas en sus hogares particulares.

Crisis de Ucrania

Fieles a sus valores, una vez que estalló el conflicto en territorio ucraniano, Afasode Chiclana se puso en marcha para iniciar los contactos, mediante intermediarios ucranianos en Polonia, para coordinar la llegada de materiales, alimentos y productos sanitarios, a la vez que facilitarían un vehículo como salvoconducto para refugiar a aquellas familias interesadas en ser acogidas en España.

Este jueves 17 de marzo está previsto que el primero de los diversos autobuses que la asociación planea enviar llegue a Cádiz, en coordinación con la entidad onubense Asociación De Ayuda al Menor Ucraniano (Adamu) , que cofinancia el viaje de unas sesenta personas que se establecerán en el sur del país.

Aunque son muchas las iniciativas particulares que se han producido en las últimas semanas, motivadas por el auge del conflicto y el aumento de las necesidades de los refugiados por escapar, desde Afasode advierten de los peligros de colaborar con entidades no registradas y con personas sin contactos previos con asociaciones locales.

«La gente piensa que esto es tan sencillo como viajar hasta la frontera, recoger a varias personas en una furgoneta y regresar. Eso no es así. Hay que darles una garantía, un soporte, una estabilidad y un futuro. Ese trabajo debe estar coordinado por asociaciones profesionales, aunque entendemos que muchas personas quieran ayudar, existen otras vías», detalla Juan Molina , presidente de la entidad chiclanera.

Del mismo modo, Molina precisa que « ninguna asociación española está recogiendo a menores no acompañados y sin familias, ese es trabajo del Gobierno y las diferentes administraciones». Por este motivo, desde Afasode están teniendo dificultades para encontrar nuevas familias que quieran pertenecer a su red de acogedoras.

«Mucha gente está dispuesta a adoptar a uno o dos niños. Cuando les explicas que éstos viajan con su madre y que, probablemente vengan sus abuelos, los voluntarios se suelen echar atrás . Estamos acogiendo a familias, hay que ser muy responsable y entender que vamos a tener a muchas personas a nuestro cargo», comenta Molina.

Para ofrecerse como voluntario a ser familia acogedora de la red de la asociación en la provincia de Cádiz es necesario demostrar contar con estabilidad económica; firmar un compromiso de manutención de todos los miembros de la familia a la que se va a proceder a acoger por, al menos, un año ; enviar la documentación requerida a Afasode, entre la que se encuentra el Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual; y permanecer en contacto con la ONG con el fin de que ésta pueda realizar los pertinentes seguimientos.

Asimismo, a la vez que está siendo una dificultad encontrar a familias voluntarias dispuestas a adaptarse a los diferentes perfiles de solicitantes de asilo, la asociación precisa que el principal escollo es lograr sufragar los gastos para proceder a la recogida del personal en Polonia y proceder a trasladarlos hasta Cádiz. Cada autobús, cifran desde la organización, requiere de una inversión cercana a los 18.000 euros . «Muchísimas familias están dispuestas a viajar a Cádiz, la próxima semana queremos poner en marcha otro autobús para poder llenar las sesenta plazas, pero nos hace falta el dinero», lamenta Juan Molina quien realiza un llamamiento a aquellas personas que decidan colaborar aportando un donativo para esta causa.

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