El alcalde de Cádiz llama a manifestarse por Navantia

El fantasma del puente cortado por los trabajadores desesperados y las manifestaciones que bloquean el tráfico en la Bahía de Cádiz regresó en la noche del miércoles. Han pasado 15 meses desde que se vieron esas imágenes por última vez pero la preocupación de las plantillas les hace anunciarlas de nuevo. De forma genérica, sin fechas ni condiciones concretas pero con claridad.

La asamblea celebrada en el Teatro Principal de Puerto Real reunió a los representantes sindicales de los trabajadores del sector naval y del metal. El objetivo único era presentar un frente común en el que todos los sindicatos, de las empresas públicas, la de gran volumen y las auxiliares cerrasen un discurso común.

Ese mensaje, además, contó con el apoyo de los alcaldes de todas las localidades con grandes plantas.

El alcalde puertorrealeño, Antonio Romero, ejerció de anfitrión de sus homólogos de Chiclana, José María Román, y Cádiz, José María González. Distintos representantes del consistorio de Jerez o de la Diputación Provincial completaron el apartado institucional.

El Ayuntamiento de la capital gaditana, con todo, tuvo la comitiva más nutrida, formada por el primer teniente de alcalde Martín Vila y los ediles Laura Jiménez, Juan Manuel Pérez Dorao y María Fernández Trujillo.

Todos los cargos públicos secundaron las palabras de los portavoces sindicales, que exigen carga de trabajo constante, a largo plazo, bajo amenaza de iniciar un calendario de movilizaciones de forma inmediata, con una huelga general en la provincia incluída.

Soflamas para la ciudadanía

Esa propuesta, aún sin decidir, sin forma ni confirmación, de paros y manifestaciones se produce cuando las factorías gaditanas de firmas como Navantia e Iberdrola tienen una carga de trabajo superior a la de años anteriores. Tanto la patronal como el Partido Popular consideran que el sector está en recuperación tras atravesar «una travesía del desierto», un alarmante descenso de plantillas, empleos y encargos, especialmente entre 2005 y 2010.

El alcalde de Cádiz, José María González, fue de los dirigentes públicos que usó un tono más combativo: «En esta lucha por el futuro de la Bahía no sólo deben estar los trabajadores o las instituciones, debe ser algo en el que se impliquen toda la ciudadanía».

A esos ciudadanos dirigió un mensaje directo que viene a ser, en la práctica, una invitación a manifestarse en las calles: «Es necesario emprender movilizaciones para demandar una carga de trabajo sostenida y sostenible».

Durante su intervención en la asamblea, González Santos defendió que las plataformas de alcaldes y las conversaciones deben estar respaldadas por hechos concretos: «Es necesario comenzar a dar pasos, aunque estos sean dubitativos al principio, puesto que el movimiento se demuestra andando», añadió sin concretar detalles.

A juicio del regidor gaditano, el hecho de que varios políticos y representantes municipales estén asistiendo y participando en las asambleas de los trabajadores demuestra que «algo ha cambiado» y reafirma la intención de «participar en la reclamación de carga de trabajo de los astilleros de forma más activa».

Durante la asamblea, el primer teniente de alcalde de Cádiz, Martín Vila, intervino con un discurso muy similar al del alcalde gaditano pero sin una referencia a las movilizaciones. El número dos del gobierno local de Cádiz se limitó a realizar una llamamiento a «permanecer unidos para conseguir el objetivo común, que no es otro que trabajo para las familias gaditanas, porque sin industria no hay futuro».