CÁDIZ

Absuelto del delito de abusos porque su nieta se lo inventó

La Audiencia revoca la condena de dos años y medio a una abuelo de Chiclana porque la supuesta víctima mintió sobre un episodio de tocamientos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha devuelto la inocencia a un anciano de Chiclana que había sido condenado por abusos sexuales a su nieta, que cuando ocurrieron los hechos ahora calificados como mentiras, tenía solo trece años. La joven sufre un síndrome que conlleva cierto retraso mental y que podría estar detrás de la versión que ofreció en el juicio.

En enero del año pasado, el juzgado de lo Penal nº 1 de Cádiz dictaba sentencia condenatoria por un delito de abusos sexuales contra el procesado, que tiene 80 años. El juez se basó en el testimonio de la presunta víctima quien aseguró que en la Navidad de 2009 su madre la dejó a cargo de sus abuelos mientras atendía a su pareja sentimental que en esos momentos estaba hospitalizada.

El episodio sexual que describió la menor supuestamente sucedió en el jardín de la vivienda del procesado, situada en Chiclana. Allí la supuesta víctima aseguró que su abuelo le tomó una de sus manos para que le realizara tocamientos en sus partes íntimas y la besó.

La madre de la adolescente se enteró a través del colegio, donde la niña contó lo que presuntamente había sucedido. Sin embargo, durante la vista oral, la progenitora declaró a favor del acusado; una prueba que ha puesto en valor el tribunal de la Audiencia: «Se pronuncia claramente en el sentido de no darle credibilidad alegando que su hija no es la primera vez que inventa cosas así». En la sentencia se recoge también cómo la madre se dirigió al juez y le indicó: «Le podéis preguntar si tiene más novios, si es lesbiana...Ella lo que dice no lo desdice». El acusado también negó los hechos y afirmó: «La niña dice disparates por todos lados».

La Audiencia no solo se ha basado en estos testimonios para revocar la sentencia dictada en primera instancia. También ha asentado su decisión en el informe pericial aportado por la defensa, que «parece más riguroso, metódico y garantista que el de la acusación». Uno de los peritos que exploró a la chica aseguró en el juicio que la supuesta víctima se confesó y le dijo que había metido la pata porque había mentido. Unas invenciones que podrían haberle costado una pena de cárcel a su abuelo.

La razón de este comportamiento podría estar en el síndrome de Williams que sufre la adolescente y que le supone un retraso mental moderado.