El SAS cerrará los centros de salud durante las tardes de este verano

La Junta de Andalucía está planteando una serie de ajustes presupuestarios motivados por la necesidad de reducir el déficit y que tendrán consecuencias en la prestación de diferentes servicios. Una parte de los mismos afecta a la Sanidad pública, y aunque desde el SAS se insiste en que los recortes no van a afectar a los pacientes, hay temor en los sindicatos del sector porque esto sea justo la inevitable consecuencia del aumento de la precariedad laboral.

Para los sindicatos la ecuación es clara: «Si a los fijos nos van a aumentar las horas, a los eventuales se las van a recortar y se nos va a bajar a todos el sueldo para ahorrar, la consecuencia va a ser que se van a disminuir de forma drástica las contrataciones de sustitución y refuerzo». Todo esto parece que lleva de forma inexorable a una disminución de los servicios a la ciudadanía. Los sindicatos CC OO, UGT, CSI-F, Satse y Sindicato Médico ya advierten de que, extraoficialmente, los trabajadores de Atención Primaria se están organizando las vacaciones a sabiendas de que sus centros de salud, todos los de la provincia, podrían cerrar sus puertas por la tarde este verano, quedando solo algunos centros concretos operativos para atender los casos de urgencia. Un modelo similar al que funciona los fines de semana del resto del año, cuando, por ejemplo en la capital gaditana, solo se atienden las urgencias en dos centros de salud, uno en intramuros (El Olivillo) y otro en extramuros (La Paz).

La situación preocupa a los profesionales de los centros de salud de la provincia, que aún están a la espera de saber si su sospecha es cierta una vez que la Junta de Andalucía los convoque para darles a conocer el Plan de Vacaciones, que, como es habitual, se presentará en el mes de junio. Desde el SAS se insiste en que esta planificación aún no está cerrada. Actualmente están todos los centros de la provincia (y de Andalucía), tanto hospitales como de atención primaria, inmersos en ello; «se hace una programación en función de las vacaciones que solicitan los diferentes profesionales de los centros», explican.

No obstante, los sindicatos tienen claro que el Plan de Vacaciones va a ser «aún más austero» que en los últimos años. El cierre de centros por la tarde ya se ha realizado en años anteriores en casos concretos. Desde UGT se señala que se trata de una medida que, adoptada de forma excepcional, puede entenderse, «porque hay zonas de interior en la provincia en las que es verdad que la demanda del servicio baja mucho por las altas temperaturas, pero lo que es inaudito es que se vayan a reducir los servicios en toda la zona costera, porque la población en verano se triplica y la demanda crece. En esas zonas lo que hacen falta son refuerzos», explica el secretario general de Sanidad, Guillermo López.

Desde el Satse se considera que el Plan de Vacaciones «ya se tenía que haber presentado». Su portavoz explica que, por las instrucciones que ya se habrían comenzado a dar a los trabajadores de los centros de salud, la intención es cerrar las tardes de julio, agosto y septiembre, además que durante el periodo del 15 de diciembre al 15 de enero. Eso sí, reconocen que no han recibido una comunicación oficial. María Alaminos teme que la disminución del horario de atención pueda afectar a los pacientes, pero pone también el acento en las consecuencias que esta planificación puede tener en la eliminación de muchos contratos de verano. «Si en condiciones normales se estaba sustituyendo poco, ahora no se va a sustituir nada», comenta.

El Sindicato Médico de Cádiz coincide en este punto. Pedro Calderón de la Barca está convencido de que «con el personal que va a haber no se va a poder prestar el mismo servicio». Añade que «lo único que esperamos es que esta crisis se afronte con valentía y sinceridad, no diciendo que va a haber los mismos servicios».

El responsable de Sanidad de CC OO, José Antonio Aparicio, hace una valoración «muy negativa» de una posibilidad que también ellos dan por cierta. «Lo que estamos viendo es que van a prevalecer los criterios económicos sobre los asistenciales». Aparicio habla además de otro tema que preocupa a los profesionales del sector, y en concreto los de los centros de salud: la conciliación de la vida laboral y familiar. A juicio del sindicalista, esta posible organización de las vacaciones en la atención primaria «va a impedir a mucha gente poder conciliar con las fechas de descanso de sus hijos o sus parejas».

Por último, Sebastián Cantos, de CSI-F, asegura que los profesionales están esperando ansiosos la notificación del SAS, pero asume que, teniendo en cuenta la situación económica de las administraciones, «algo van a tener que hacer». En ese sentido, explica que «ya en años anteriores hubo que cerrar por las tardes algunos centros de salud porque no se contrató a personal suficiente para cubrir el servicio, y encima este año con los recortes nos tememos que la disminución de las contrataciones va a ser brutal, y eso va a provocar que no haya personal suficiente para mantener los centros abiertos en sus horarios habituales».

Los sindicatos, por tanto, coinciden en dos aspectos, que se va incrementar la precariedad laboral y que se va a resentir por ello la calidad asistencial. El SAS es ahora quien tiene que mover ficha y hacer público su Plan de Verano, confirmando o diluyendo con el mismo los temores del sector.