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LITERATURA

«Todos necesitamos un amor incondicional»

El abandono que sufre una niña china adoptada es el eje central de la última novela de la autora, que participa hoy en 'Letras Capitales'Nuria Barrios Escritora

ANA LEÑADOR alenador@lavozdigital.es
CÁDIZ.Actualizado:

Tras bucear en los sentimientos de las parejas adultas, diseccionar los entresijos de la pasión amorosa y descubrir cómo los seres humanos nos empeñamos en alargarla incondicionalmente, hipotecando incluso nuestra dignidad, Nuria Barrios ha decidido explorar los sentimientos paternofiliales y el abandono y desamparo que suelen experimentar algunos niños adoptivos. Todo ello está plasmado en su nueva novela después de 'Amores patológicos'. Precisamente con 'El alfabeto de los pájaros' (Seix Barral), la autora llega a Cádiz dispuesta a desentrañar los secretos de su narrativa y los pilares básicos en los que ésta se sustenta. Será esta tarde en la Biblioteca Provincial, dentro del ciclo literario del CAL, 'Letras Capitales'. Barrios, que cuenta la historia de Nix, una niña china adoptada que se sumerge en la imaginación para eludir el dolor que le produce su temprano abandono, presenta una entrañable historia hilvanada a través de cuentos y leyendas maravillosas.

-La novela recoge la realidad de la adopción de niños extranjeros... ¿Se ha inspirado en algún caso cercano?

-El tema fundamental del libro es los sentimientos y las emociones que experimenta un niño adoptado. El niño también tiene que adoptar a los padres, aceptarlos, porque los pequeños suelen partir de un abandono traumático, que les hace temer ser abandonados de nuevo. Llegué a la novela de una forma muy emocional. Tengo varias amigas con niños adoptados y viví de cerca el proceso, incluso la vida posterior en el hogar. Me interesó la perspectiva de los pequeños y así es como arranca la novela.

-De esa herida profunda que provoca el abandono ninguno se libra, ¿no es así?

-Sí, es un sentimiento universal. Todos experimentamos en algún momento el temor al abandono en cualquier tipo de relación afectiva, no solo en el caso de la adopción, sino en cualquier pareja... El abandono se produce cuando los niños son bebés. Al darse en una edad temprana a veces no se puede verbalizar y se experimenta incluso en ocasiones de forma traumática. La necesidad de ser amados incondicionalmente es algo universal.

-A Nix, la niña protagonista, la búsqueda de su identidad le hace emprender una viaje a sus orígenes.

-Ella sueña con haber nacido del vientre de su madre adoptiva, como todos sus amigos. A ella le gustaría tener ese vínculo pero como no es posible, solo lo consigue a través de la imaginación.

-¿Por qué es tan importante echar mano de la imaginación para salvar esos abismos?

-La realidad carece de explicación para muchas preguntas. La imaginación permite tomar distancia de ese hecho y aliviarlo convirtiéndolo en algo distinto.

-¿Cree que es algo terapéutico?

-Sí, ayuda mucho a vivir. Permite que la realidad, a veces muy abrumadora, no nos aplaste.

-Dedica el libro a 'las madres verdaderas'.

-Es que a lo largo de la historia la protagonista le dice a su madre que ella no es su madre verdadera. Pero el sentimiento de maternidad va más allá de que se trate de hijos biológicos o no. El sentimiento de amor de padres a hijos es más fuerte que los vínculos de sangre.

-En la novela está presente un halo oriental, relacionado con la evocación de la naturaleza, un tema recurrente en la literatura china, por ejemplo...

-No es premeditado. Los cuentos que la madre narra a la niña para distraerla y calmarla no están conectados con China. Hay algunos guiños, como por ejemplo el cuento del dragón; y es que la niña pertenece al signo del dragón según el calendario chino. Pero esa historia también se inspira en la leyenda occidental de San Jorge y el dragón. La naturaleza está muy presente en todo lo relacionado con los pájaros. Hay un diálogo constante entre Oriente y Occidente. Pero el libro habla de emociones, algo universal...

-La narración es muy poética...

-Sí, escribo poesía y me imagino que eso se tiene que notar en mi forma de escribir. El lenguaje poético es muy útil a la hora de fabular y contar historias, de introducirse en el mundo de la fantasía.

-Los cuentos son el hilo conductor. ¿Los ha recogido usted o son invención suya?

-Son todos inventados, excepto el primero, que hace referencia a la leyenda de San Jorge y el dragón, eso sí, adaptado a lo que yo buscaba. Disfruté mucho escribiendo los cuentos porque me causaban el mismo efecto que a la pequeña protagonista; me permitían alejarme de toda la carga dramática y jugar.

-Ya exploró otro tipo de relaciones sentimentales en 'Amores patológicos'.

-En ese libro hablaba de cómo nos empeñamos en prolongar la pasión indefinidamente, lo cual es imposible. La pasión tiene caducidad. Cuando nos empeñamos en que perdure y perdure nos lleva a las patologías. Hacia una parodia poética de la obsesión, los celos, de todas las patologías a las que el amor puede dar lugar.

-Parte de su obra se centra en la figura femenina.

-En realidad no es nada premeditado. Supongo que al ser mujer me resulta más sencillo entrar por ahí. Pero, de todas formas, en mis libros hay muchos personajes masculinos. En la literatura hay un componente irracional muy grande. En mi caso, no sigo una estructura fina a la hora de ponerme a escribir.

-También escribió un libro de viajes, 'Balearia'.

-Sí, fue un proyecto de Plaza & Janés que debía centrarse en las islas. Escogí las Baleares porque me une a ellas una relación muy especial, parte de mi familia es de allí.

-¿Tiene pensado volver a este tipo de literatura o está más centrada en la novela?

-La verdad es que ahora estoy con otra historia para una nueva novela, pero todavía no puedo adelantar nada, es muy pronto.