Un padre y su hijo protestan frente al Ayuntamiento por un puesto de trabajo

El primogénito pasa la noche, unos días en casa de su madre y otros en la vivienda de su abuela. Su padre vive algo menos cómodo. Su vehículo se ha convertido en su hogar mientras consigue hacerse con un piso de alquiler. El problema radica en que ni las inmobiliarias ni los particulares les ofrecen una casa sin una nómina que avale sus ingresos. Y eso no llega desde 2008.

Hace tiempo les desalojaron de un piso en el que se encontraban. En 10 minutos, el hombre tuvo que recoger sus pertenencias y salir por la puerta de su casa con dos maletas. No hubo tiempo para llevarse más cosas. Hoy, la única solución que han encontrado es manifestarse frente al consistorio gaditano pidiendo un puesto de trabajo que les permita alquilar un piso. ‘Lo mínimo es un techo’, dice el padre de familia, impotente ante la situación que está atravesando.