CÁDIZ

Europa alivia el hambre de Cádiz

La ciudad es la cuarta capital española que más ayuda recibe del exterior en alimentos para combatir la pobreza

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La creciente Unión Europea, con sus gitanos errantes, su Norte y su orilla meridional, parece uno de los mejores lugares del mundo para vivir. El continente viejo, el origen de casi todo, a medias con el Oriente remoto, parece un paraíso al que merece la pena llegar incluso a riesgo de la propia vida.

Pero dentro de ese presunto edén vive una cantidad de famélicos creciente, que incluso necesita la sorda ayuda interna.

La Unión Europea, aunque casi nadie caiga en la cuenta, auxilia cada año a cientos de miles de sus ciudadanos. El número de los que piden ayuda es creciente. Y más en la provincia de Cádiz.

Esa asistencia es básica. Nada de complejos fondos estructurales ni de subvenciones que precisan documentación. Se trata de comida. Además, de los alimentos de la base de la pirámide esencial. El Fondo Español de Garantía Agraria, dependiente del Ministerio de Medio Rural y Marino, está adscrito al programa europeo Redabal. En la práctica, eso supone que decenas de miles de toneladas de alimentos se reparten cada año, aquí, para que los más necesitados puedan sobrevivir.

Las normas del plan Redabal son estrictas. Sólo pueden repartirse productos de origen agrícola y ganadero, considerados fundamentales: hidratos de carbono, proteína láctea y azúcar. El listado de los alimentos que pueden repartirse gratuitamente por esta vía es pequeño: harina, macarrones, espaguetis, fideos, cacao soluble, cacao infantil, arroz blanco, leche, queso, leche en polvo de continuación infantil y azúcar blanco. Absolutamente nada más. Absolutamente nada menos.

La situación de crisis social que vive Cádiz, derivada principalmente de una de las cotas de desempleo más altas de toda la Unión Europea, ha supuesto que la ciudad se coloque entre las cuatro capitales españolas que más ayudas recibe por este concepto.

El año 2010 batirá el triste récord de recepción de comida por esta vía y se saldará con 1.400. 000 kilos de alimentos almacenadas en Cádiz a través de este plan.

El pasado año, 2009, fueron 1.070.408 kilos. El incremento, por tanto, es superior al 30% en sólo 12 meses. En 2008, la cantidad de ayuda alimentaria llegada desde la administración comunitaria fue aún menor. Ni siquiera alcanzó el millón de kilos (se quedó en 927.025).

Una simple secuencia temporal permite observar cómo la cifra crece cada año desde que comenzó el grave periodo de recesión económica. Si estas cantidades se toman como termómetro de la situación socioeconómica en Cádiz, el diagnóstico es que el escenario tiende a empeorar un año tras otro desde hace tres. Sólo Madrid, Barcelona y Sevilla (que en el menor de los casos multiplican por seis la población de la capital gaditana) reciben un envío mayor desde la administración europea.

De hecho, de la cifra total de 1.400.000 kilos que la UE manda este año a Cádiz, sólo faltan por llegar 300.000. El resto se distribuyó, nada más llegar a la nave de la Zona Franca, entre albergues, comedores sociales, asociaciones benéficas, centros de Cáritas, centros de tercera edad y colegios, principalmente.

Lo que falta debe caer, escalonadamente, entre este mes, noviembre y diciembre. La pasada semana, sin ir más lejos, llegaron 50.000 kilos de pasta y leche. Los datos son los que maneja Mateo Sánchez Manzanos, presidente del Banco de Alimentos de Cádiz. Esta asociación es, junto a Cáritas y Cruz Roja Española, una de las únicas tres autorizadas por la Unión Europea para la distribución de alimentos procedentes del Fondo de Garantía Agraria a través del plan Redabal.

Cuarta ciudad, cuarto país

Cádiz es, por tanto, la cuarta provincia que más ayuda precisa. Además, forma parte del cuarto estado (de los 27 países miembros) que más alimentos recibe dentro de este programa de auxilio social. Sólo Italia, Francia y Polonia reciben más toneladas de comida. En el reparto previsto para este año, España recibe 52.623.664 kilos. Eso supone el 11% de lo que se va a distribuir durante 2010 en la Unión Europea.

El hecho de que los españoles estén entre los europeos de la Unión que más auxilio reciben tiene que ver tanto con la situación social que atraviesa el país como con datos puramente estructurales, como el número de habitantes de cada estado. El control de la Unión Europea sobre los alimentos que se distribuyen es tan estricto que contempla exactamente qué cantidad dona cada empresa. Los que quieran saber qué firmas españolas son más solidarias, tienen un listado en la página web de FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria).

En esa documentación pública, aparecen datos llamativos. Por ejemplo, Nutrexpa (Cola Cao) regala 2.010.953 kilos de su producto más conocido este año. Hero España contribuye con 369.732 kilos de cacao infantil, mientras que Leite Río dona 21 millones de kilos (sic) de leche. Los diez millones de kilos de arroz repartidos este año entre los necesitados tienen origen andaluz (Arrozúa Sociedad Cooperativa Andaluza) y los 1,2 millones de kilos de azúcar proceden de Comercial Javier Casado.

Como recuerda el presidente del Banco de Alimentos de Cádiz, la indetectable solidaridad empresarial funciona a diario.

Las mercancías son transportadas constantemente, por ejemplo, sin que la empresa que pone los camiones cobre un euro. Lo hace Transportes Azkar.