El segundo puente de Cádiz recupera el ritmo

Una de las empresas con mayor protagonismo, Tecade, asegura que ha recuperado ya un tercio del volumen de trabajo

cádiz. Si las palabras de los dirigentes públicos gozaban de crédito general entre la población, ese momento resulta lejano. A estas alturas del inicio del otoño caliente, tras más de dos años gélidos, cada declaración debe ser acompañada de actos si su autor pretende encontrar algo parecido al respeto de los ciudadanos.

La visita del ministro de Fomento, José Blanco, el pasado 24 de agosto, sirvió para decir que la obra de construcción del segundo puente sobre la Bahía retomaría su impulso, que las inversiones estaban garantizadas y que el proyecto estaría terminado en algún momento del año 2012.

Por muy bien que sonaran para algunos, eran palabras. Desde entonces, muchos gaditanos han girado el cuello al pasar por las avenidas de Las Cortes y su colindante paseo marítimo para tratar de comprobar de un vistazo, si es que eso es posible, que las promesas del dirigente socialista tenían un respaldo material.

Aunque a simple vista resulte aventurado buscar síntomas de actividad creciente, ya existen. La fuente no es la simple observación si no las declaraciones de los responsables de varias empresas y contratas que realizan trabajos en el tercer acceso a la capital gaditana.

En ambos casos, responsables de dos de la veintena de firmas participantes, admiten que el ritmo de trabajo «se ha recuperado», que se incrementa progresivamente y que ya está «lejos» de la inactividad de los meses de mayo y junio, cuando se encendieron todas las alarmas sobre un recorte presupuestario que aplazaría ‘sin die’ la fecha de inauguración de la mayor infraestructura que se construye actualmente en Andalucía.

Antonio Camino, directivo de Tecade, una de las empresas contratadas que tiene mayor protagonismo en el enlace del puente con el entronque del Río San Pedro, admitió ayer que el ritmo de operaciones «ha alcanzado ya un 30%» y admitió que manejan previsiones para incrementarlo constantemente hasta alcanzar «casi un 100% de actividad con el inicio de octubre».

Estas palabras vienen a servir de pista para comprobar que las palabras de José Blanco ya cuentan con el respaldo material de los hechos. Otra de las firmas participantes, la asturiana Joama S. L, no aportó detalles sobre el incremento de actividad, debido a que varios de sus responsables se encuentran aún de vacaciones.

Sin embargo, miembros de la empresa admitieron que las tareas que desarrolla (bajo la supervisión de Dragados) han acelerado su ritmo y que la presencia de operarios con su nombre en la ropa de trabajo ya se ha incrementado.

Del mismo modo que Tecade, aunque sin dar porcentajes, esta empresa confirma que la previsión de sus responsables es incrementar el número de trabajadores y la actividad de forma notable durante el presente mes y el próximo. Un portavoz de Dragados, que también eludió facilitar cifras y porcentajes, y que coordina a la práctica totalidad de las empresas subcontratadas para el proyecto, admitió que ya se ha retomado parte de la actividad frenada y que todo apunta a que la velocidad de los trabajos crecerá de forma exponencial durante los tres próximos meses.

De las declaraciones de responsables o representantes de las tres firmas (de muy distinto tamaño y función en el proyecto) se deduce una conclusión común: las palabras de José Blanco no quedaron en titulares periodísticos y masivos actos de publicidad política.

Hay hechos, pistas y números que demuestran que decía la verdad al anunciar la reactivación de las obras. No es poco comprobar que no mentía en tiempos de descrédito generalizado.