Ultimátum de la Junta al Consistorio para que presente la documentación del ERTE

El Expediente Temporal de Regulación de Empleo del Ayuntamiento de Jerez está prácticamente muerto antes de que haya dado siquiera sus primeros pasos. Si hace dos días el consejero de Empleo adelantaba que existían dudas en cuanto al cumplimiento de los requisitos iniciales, ayer la incógnita se despejó: la Junta ha solicitado a la administración local que presente algo de lo que carece y que resulta una condición indispensable para la aprobación del documento, como es una Relación de Puestos de Trabajo (RPT).

La petición de la RPT se produjo el pasado martes, según ha podido saber este medio por fuentes de solvencia, y desde su notificación el Consistorio dispone de cinco días hábiles para darle respuesta. En la actualidad, lo más parecido a una RPT con lo que cuenta el Ayuntamiento es un proyecto en fase de elaboración de la misma, que si no ha sido ultimado en lo que va de legislatura es inviable que pueda estar a punto en sólo cinco días.

Por ello, y como han corroborado estas mismas fuentes, todo apunta a que el expediente será archivado, lo que no obstante no implica que no se pueda solicitar otro cuando se disponga de la documentación necesaria.

Motivación del expediente

La exigencia de que deba presentarse la Relación de Puestos de Trabajo viene fundamentada en los argumentos esgrimidos por el Consistorio para solicitar a la Junta que dé el visto bueno a la aplicación del ERTE. Como se recordará, la administración local registró una solicitud de admisión a trámite del expediente el pasado mes de diciembre, en la que se alegaban motivos económicos para acogerse a esta medida de regulación de empleo.

La Junta observó entonces que faltaba cierta documentación y así se lo trasladó al ejecutivo local, que hace unos días volvió a presentar una nueva petición, pero en esta ocasión alegando motivos de organización, en vez de económicos. Ésta es la razón por la que el ente autonómica requiere ahora la presentación de la RPT que, como expresó ayer en una comparecencia pública en Sevilla el consejero de Empleo, «es un elemento importante para demostrar esas causas organizativas».

En el supuesto de que ese documento no se haga llegar, la Junta entenderá de forma tácita que la solicitud de ERTE no sigue adelante, como ocurre en los casos de silencio administrativo. Por contra, si la Consejería diera el visto bueno tras tener en su poder los escritos necesarios, conviene aclarar que sólo se trataría de un primer paso en el que se admitiría a trámite, pero no se haría aún pronunciamiento alguno sobre el fondo del asunto.

Por tanto, en el improbable caso de que finalmente el Ayuntamiento respondiera con éxito a las pretensiones autonómicas (algo que ayer reconocía como «imposible»), luego le quedaría otra serie de obstáculos hasta que el ERTE viera la luz. Después de su admisión a trámite, el expediente sería remitido a la Inspección de Trabajo, luego al INEM y por último a la Dirección General de Trabajo de la Consejería, que tendría la última palabra.

Negación de la alcaldesa

A pesar del complicado momento por el que atraviesa la viabilidad del documento, Pilar Sánchez no se dio ayer por enterada y aseguró haber conocido por la prensa que podían existir problemas. «Creo que hay mucha gente que tiene ganas de que no salga el ERTE... -lamentó-. Estoy un poco sorprendida, porque lo que aparece en los medios no se corresponde con la realidad. No sé de dónde sale esa información, pero puedo decir que el Ayuntamiento no tiene ninguna correspondencia donde se indique alguna coincidencia con eso».

Curiosamente, LA VOZ ha podido saber por fuentes del propio PSOE que la edil, tras conocer estas trabas, se puso en contacto con altas esferas del partido para subrayarles que el expediente cuenta con el apoyo de todos los sindicatos implicados, cuando éstos se han mostrado abiertamente reticentes a la aplicación del ERTE, cuya mesa negociadora tuvo ayer su segunda reunión.

Estas mismas fuentes apuntan a la difícil situación en la que se ha visto envuelta la Junta, puesto que si el Ayuntamiento no hubiera compartido sus siglas políticas probablemente se habría cortado el ERTE de raíz, pues su aplicación podría sentar un peligroso precedente.