La Guardia Civil se ha incautado de 213 kilos de cocaína, más de 42.000 euros en metálico, además de ordenadores y 26 vehículos de alta gama. :: ÓSCAR CHAMORRO
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Trece trabajadores del Puerto de Algeciras, detenidos en una macrooperación antidroga

Pertenecían a una red formada por otros 11 integrantes, que introducía cocaína en contenedores procedentes de Ecuador

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Todos acabaron implicados. Desde el gruista, a los estibadores, el responsable de los pórticos de contenedores y un vigilante de seguridad. Así hasta trece trabajadores del puerto de Algeciras, que han sido detenidos dentro de la llamada Operación Espuela, la última y más importante contra el tráfico de cocaína llevada a cabo por la Guardia Civil en la provincia de Cádiz. La red de supuestos narcotraficantes tenía la llave de una de las puertas comerciales más grandes del Mediterráneo: el muelle algecireño, utilizado para introducir droga en Europa procedente de Colombia y Ecuador. La trama no se limitaba a hacer la vista gorda a los cargamentos de cocaína. Su misión era recogerla directamente de los contenedores de fruta (donde viajaba entre plátanos de Guayaquil) y sacarla del muelle, aprovechando sus puestos de trabajo, siempre modestos.

Aparte de los trabajadores, se arrestó a 11 personas más. Entre ellos seis narcos con antecedentes penales que vivían entre el Campo de Gibraltar y Málaga. Uno de ellos, N. P. S., alias «Nico», era el supuesto cabecilla de la organización, encargado de captar y coordinar a los topos, de buscar a los compradores de la droga, según fuentes cercanas a la investigación.

El inicio de la operación se remonta a noviembre de 2008, cuando se detectaron contactos sospechosos de los implicados con conocidos narcos de Barbate. Debido a esto, la operación ha sido instruida por los juzgados barbateños, donde ayer pasaron a declarar los 24 detenidos, de los cuáles 23 han sido enviados a prisión preventiva.

Los detalles de la operación fueron dados ayer a conocer en rueda de prensa, en la que intervinieron el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, Alfonso Escuer Mur, y el subdelegado del Gobierno, que destacaron la envergadura de la operación: «La investigación comenzó hace un año y ha implicado a las comandancias de Cádiz, Algeciras y Málaga», recordó Escuer Mur.

El «gancho perdido»

El método que utilizaban para introducir la droga es conocido como «gancho perdido», por el cual los narcos sudamericanos ocultaban la droga en los contenedores junto a precintos de seguridad. En Algeciras, los detenidos accedían supuestamente a los trailers, recogían la droga y volvían a sellar las puertas con los nuevos precintos, como si nada hubiese pasado. Otras veces, sin embargo, la droga iba camuflada en los motores de refrigeración del trailer. Según la Guardia Civil, todos los miembros de la red cumplían un papel: el vigilante retiraba las cámaras, los gruistas bajaban los contenedores y otros vigilaban de la presencia de la Guardia Civil. Los detenidos actuaban como meros intermediarios subcontratados por las mafias. Por lo que, según la investigación, cada miembro cobraba unos 15.000 euros por envío, aunque a veces el pago también se hacía con parte de la mercancía. El dinero era luego blanqueado en cuentas bancarias de Gibraltar. La cantidad de cocaína variaba en cada cargamento (en ocasiones apenas era una decena de kilos y otras, se enviaba por cientos), por lo que es difícil calcular la dimensión del negocio, aunque la droga incautada por la Guardia Civil puede dar una pequeña idea del volumen que acarreaban: un total de 213 kilos de cocaína (por valor de 8,5 millones de euros en el mercado), hallados en cinco contenedores distintos, intervenidos en los últimos tres meses. La última actuación tuvo lugar en la madrugada del martes, cuando se detuvo a tres personas en el momento en que manipulaban uno de los contenedores. Entonces se puso en marcha el dispositivo diseñado para realizar el resto de detenciones, que se desarrolló entre el miércoles y el jueves. En total se han registrado seis viviendas de en Algeciras, La Línea, San Roque, Los Barrios y Estepona, además de un restaurante de Sotogrande, donde se hallaron 42.000 euros, ordenadores, 26 vehículos de alta gama y varios paquetes de coca y hachís.