Cosa de dos

Aestas alturas de la competición no me caben dudas de que la Liga es cosa de dos: Barcelona y Real Madrid. Hasta aquí son los más regulares, los más sólidos, los más serios candidatos al título. Los otros aspirantes, Valencia y Sevilla, muy voluntariosos ellos, quedan para animar el cotarro, pero no pasan de ahí. El Barça, cierto, ganó al Espanyol merced a un penalti inexistente, tras un partido muy trabado y donde el equipo azulgrana no pudo o no supo mantener su juego habitual. El 'tiquitaca' no tocaba. No siempre se puede hacer un fútbol de seda; es perdonable que, con la que lleva sufrido el equipo azulgrana en Champions y competición nacional, alguna vez no le salga el dibujo que a todos encandila y dé la de arena, aunque hay que reconocerle su esfuerzo para mantener el uno/cero sobre los de Sarriá, tal como se desarrolló el choque. y Messi, lesionado, en la grada. El otro serio aspirante 'habló' alto y claro en Mestalla, donde superó no pocos obstáculos. Sin Cristiano ni Kaka, con Pepe lesionado en la segunda parte -con un ligamento cruzado roto se pierde toda la temporada- y con un sorprendente Casillas empeñado en que no ganara su equipo con 'dos de sus cantadas', acabó alzándose con el triunfo, tras dejar bien sentado que es un equipo en crecimiento. Aunque su juego no fue nada exquisito -no es la apuesta de Pellegrini-, el Madrid tuvo la autoridad para responder cada golpe del Valencia, y aunque fuera de la manera más inesperada, como en el tercer gol, que llegó después de un cabezazo de Garay, salió airoso de Mestalla. El Valencia perdió su oportunidad de contar como otro aspirante al título. El Madrid, repito, sin preciosismo por ninguna parte, confirmó que tiene otras armas para ganar sí o sí. Sin Rolando, Higuaín y Benzema demostraron que se pueden entender y que sus velocidades destrozan cualquier defensa seria.