España regresa al paraíso

España regresa a su paraíso particular. Al lugar donde convirtió en realidad un sueño perseguido infructuosamente por docenas de jugadores y millones de ciudadanos durante cuatro décadas de resignación. Varias generaciones de profesionales y aficionados veían pasar los Mundiales y Europeos con la frustración de partir como favoritos y terminar apeados lejos de los puestos de honor. La eterna promesa del este año toca se estrellaba con la cruda realidad del otra vez será. Hasta que llegó el Ernst Happel de Viena. El estadio austriaco se reencontrará mañana al equipo que, a las órdenes de Luis Aragonés, deslumbró al mundo futbolístico con un juego espectacular que sirvió para conquistar la Eurocopa de 2008 ante Alemania.

El título Europeo significó un punto y aparte en la historia de la Roja. El amistoso frente a Austria supone una especie de tributo a la campeona continental. A la marea de gente que tomó las calles, plazas y fuentes de las ciudades y pueblos españoles. A los miles de aficionados que vibraron in situ con el gol de Torres y alcanzaron el éxtasis cuando Casillas levantó el segundo trofeo continental.

El sambenito de perdedora con que la selección cargó en anteriores campeonatos dejó paso al halo de imbatibilidad de hoy en día, sólo truncado por el traspié estadounidense en la Copa Confederaciones. Un año y medio después de la culminación de una imperecedera Eurocopa, la pasión por el equipo nacional no ha desaparecido, al tiempo que los rivales han aumentado, a base de derrotas, el respeto hacia la campeona continental. La selección se ha impuesto en los últimos tres años a cinco campeones del Mundo (Inglaterra, Francia, Italia, Alemania y Argentina), sólo falta Brasil, con quien se disputa la hegemonía en el deporte rey. El pasado triunfo ante la albiceleste en el Calderón ha permitido al conjunto de Vicente del Bosque recuperar el liderato del ranking FIFA.

Sin euforia

Los jugadores tienen claro que la euforia no debe apoderarse de la concentración. «Si estamos en el primer puesto, mejor que mejor, pero ni nos preocupa ni nos obsesiona. Lo importante es hacer un buen Mundial», explicó ayer Xabi Alonso, protagonista del último amistoso ante Argentina gracias a sus dos goles. El donostiarra confesó sentirse en España tan cómodo como en el Real Madrid, aunque el papel que desempeña en cada caso sea distinto. «Me siento con la misma frescura. Hay que saberse complementar, ser lo más flexible posible y saber jugar de varias maneras». El reencuentro en el escenario austriaco será especial para todos: «Va a ser bonito volver. Vivimos momentos intensos e inolvidables».

El exquisito juego desplegado por España desde la Eurocopa tiene grandes similitudes y paralelismos con el estilo de toque, posesión y cuidado de la pelota realizado por el Barcelona del triplete. Nada extraño si se tiene en cuenta la abundante representación de jugadores culés que existe en la selección. Ante Argentina, hasta cinco futbolistas azulgrana partieron desde el inicio. «Lo que está claro es que en nuestro juego hay muchas variantes y alternativas y eso es algo muy positivo», manifestó Piqué, quien consideró que todavía existe margen de mejora.