El sector emplea a cientos de gaditanos. / A. V.
FRANCISCO SÁNCHEZ MANTENIMIENTO DE ALMADRABA

«Qué daño hacen 30 días de pesca»

El personal de tierra de las almadrabas también se teme lo peor

CONIL Actualizado: Guardar
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Más de 600 anclas ven pasar el tiempo abocadas a ser tan sólo chatarra en los próximos años. A pocos metros del puerto pesquero de Conil, en uno de los lugares con más encanto de la provincia, junto al faro de Roche, Francisco Sánchez ve pasar el tiempo. Este profesional tiene 46 años, mujer y dos hijos y lleva 14 años sobreviviendo de la captura del atún sin ser pescador.

Él es uno de los encargados de poner a punto todas y cada una de las piezas de la almadraba Punta Atalaya de la localidad conileña. «Aquí paso todo el tiempo, incluso vivo en la nave», explicaba ayer Francisco a LA VOZ.

Este empleado, que lo mismo repara unas redes que pinta un barco o vigila al caer la tarde las dependencias de la empresa para la que ha trabajado buena parte de su vida, resume, en sólo cuatro palabras, lo que sienten quienes viven de la captura artesanal del atún rojo en la provincia.

«La cosa está fatal», sentencia. Su desesperación se agudiza con cada titular que lee en los periódicos y con cada informativo que escucha en la radio su familia. «No me explico porqué tenemos que pagar nosotros lo que otros esquilman. El atún tiene problemas por los atuneros de cerco y la pesca industrial», repite Francisco una y otra vez.

Él, como la mayoría de empleados de los cuatro caladeros gaditanos de almadraba, esperaba buenas noticias de la reunión del ICCAT celebrada en Brasil hasta el pasado domingo.

«Ahora estamos con las carnes abiertas porque no sabemos ni siquiera a quién le va a tocar si se reducen las capturas», aventura este empleado, que se pregunta una y otra vez «qué daño hacen nuestros barcos y nuestros marineros, si apenas pescamos 30 días al año».

A día de hoy, ni la posibilidad de recibir ayudas calman la desesperación de quien ha vivido siempre enganchado a las redes y pendiente del peso de atunes capturados de forma artesanal.