El pantano afgano

La cada vez más firme posibilidad de que la candidatura de Hamid Karzai en las pasadas elecciones afganas no obtuviera la mayoría suficiente para ser reelegido presidente en primera ronda agudiza la crítica situación en la que se encuentra sumido el país. Las decisiones políticas y militares pendientes de la configuración del nuevo poder local deberán ser aplazadas en tanto no se produzca lo que parece insoslayable -una segunda vuelta- que dilucide el triunfo entre Karzai y su oponente, Abdulá Abdulá. Pero parece difícil que ésta se pueda celebrar antes de primavera, lo que situaría durante meses al país en un callejón sin salida abonando aún más el terreno para la insurgencia talibán. Washington, Londres y Naciones Unidas deben presionar a Karzai para admitir una nueva cita en las urnas que erradique las prácticas fraudulentas detectadas hace dos meses.