ESPAÑA

«Déjalo ya, 'president'»

VALENCIA / MADRID Actualizado: Guardar
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«Ricardo Costa se ha comportado como un torero, dispuesto a morir en la plaza», sentenció un dirigente valenciano del PP, ayer por la mañana, sin saber hasta qué punto estaba vaticinando lo que habría de ocurrir después. Todos los ojos y oídos estaban puestos en las Cortes Valencianas, a donde llegó Ricardo Costa a las nueve, dispuesto a ejercer de portavoz en la reunión del grupo parlamentario popular prevista para las diez.

El portavoz tenía tan claro que continuaba en su cargo también como secretario general que no movió ni un papel de su despacho en la sede del partido, pero tampoco recogió ni una caja de las cosas que ha utilizado estos años. Pero, llegó el presidente Camps con una mala noticia. Se encerró en el despacho con Costa y le comunicó la nueva. Los diputados esperaban a su jefe de filas y a nadie le cabía duda de que se llamaba Ricardo, como reconoció incluso el que después sería nombrado su sustituto, Rafael Maluenda. «El presidente no cesó ayer (por el martes) a Costa», dijo a su llegada. «En ningún momento se habló de dejar el cargo de portavoz del grupo». Los parlamentarios se maliciaron que algo extraño ocurría cuando vieron llegar a la reunión a los miembros del Govern. Menos a Camps, que acostumbra a ausentarse. El tiempo pasaba, llegaba la hora del pleno pero la sesión se retrasaría.

Los diputados fueron conducidos al despacho del portavoz, donde les esperaba el presidente. Al llegar se dieron cuenta de que faltaba el secretario general. «¿Dónde está Ricardo?», preguntó Camps y él mismo fue a buscarlo. Regresaron juntos. El jefe, con rostro impenetrable y su hombre de confianza, lloroso y cabizbajo. Camps se mostró entristecido al anunciar el nombre del nuevo portavoz, y se permitió una ironía al pedir opiniones quejándose de que los medios le acusan de impedir las intervenciones de sus subordinados. «Si alguien quiere decir algo...», insistió y se giró hacia Costa. El destituido le replicó: «Déjalo ya, president». Y rompió a llorar violentamente.