TELEVISIÓN Y RADIO

Spock se baja de la nave

Leonard Nimoy, el actor que lo lleva encarnando cuatro décadas,

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Leonard Nimoy es al señor Spock lo que Larry Hagman al retorcido J. R. de Dallas, lo que Jane Wyman a la no menos siniestra productora vitivinícola Angela Channing de Falcon Crest y lo que el recientemente desaparecido David Carradine al solitario monje shaolín de Kung Fu: actores de un sólo personaje que gracias al poder de la televisión sugestionaron a millones de televidentes hasta difuminar la línea entre ficción y realidad. Como en un relato borgiano, estos actores llegaron a convertirse en el personaje que interpretaban.

Esto le ha pasado a Nimoy. Su ajetreada carrera en televisión y la serie B cinematográfica -donde hizo de todo- cambió para siempre el primer día de rodaje de la serie Star Trek, cuando se metió en la piel del científico vulcano-humanoide Spock, un mestizo brillante y aplicado que sufre la contradicción de vivir entre dos mundos: por una parte arrebatado por su temperamento humano y, por otra, hermanado con el cosmos por su condición de ser superior extraterrestre.

Ni siquiera en la última, y exitosa, entrega cinematográfica de la franquicia, dirigida por el creador de la teleserie de culto Perdidos J. J. Abrams, pudo Nimoy resistirse al canto de sirena de su interpretación fetiche y volvió a colocarse las características orejas picudas para dar cuerpo y voz en un cameo a un viejo señor Spock, dándose consejos a sí mismo cuarenta años más joven. Borges al cubo.

Ha sido el propio J. J. Abrams el que le ha convencido a sus 78 años de que cuelgue sus galones de la nave USS Enterprise y deje de buscar civilizaciones para dar vida a William Bell, uno de los protagonistas de la serie Fringe, ese nuevo producto de la factoría Abrams que aspira a relevar en el panteón de los mitos a los pasajeros del vuelo 815 de Oceanic.

Fringe -que en España emite Canal Plus- cuenta las andanzas de un agente del FBI, un científico y su hijo que siguen los casos de ciencia fringe (paranormal). Una empresa, Massive Dynamic, parece estar detrás de alguno de los extraños sucesos. Precisamente el papel que interpreta el tranquilo Nimoy es el de William Bell, fundador de la sociedad, en un universo paralelo, que ha resultado hasta el momento ser un sujeto con claroscuros.

El actor intuye que «el tiempo dirá» si William Bell es bueno o malo. «El personaje es una pizarra en blanco y, por lo tanto, atractivo, porque hay una oportunidad para construir un personaje interesante e impredecible», ha dicho.

Nimoy cree que esta será una verdadera oportunidad para conocer más acerca de Massive Dynamic en la serie. El actor aparecerá en al menos dos episodios de la presenta temporada, pero ya se encuentra en negociaciones para nuevas incursiones.

El actor ha confesado a los periodistas al ser preguntado sobre su personaje clásico que no cree que vuelva a interpretar al señor Spock en la secuela que se prepara de la saga para el próximo año 2011. «Creo que fui útil en esta última película, para hacer de puente entre los actores originales y el nuevo elenco», expresó Nimoy. La jubilación de un mito.