Stephen Harper y Felipe Calderón escuchan las palabras de Barack Obama frente a la fachada del Centro Cultural Cabañas de Guadalajara. / AFP
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Obama aplaza la reforma migratoria

Washington frena la esperanza de México de que sus 12 millones de indocumentados sean legalizados

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La V Cumbre Norteamericana concluyó ayer en la ciudad mexicana de Guadalajara con buenos deseos, grandes sonrisas y excelentes declaraciones de intenciones para trabajar conjuntamente a favor del medio ambiente, de la economía y la seguridad en el campo de la lucha contra el narcotráfico y la expansión del virus de la gripe A. Pero sin ningún cambio en el estatus. Eso sí, en una rueda de prensa conjunta, el presidente del país azteca, Felipe Calderón; su homólogo estadounidense, Barack Obama; y el primer ministro canadiense, Stephen Harper; destacaron la «excelente cooperación entre nuestros tres países».

No obstante, Washington no aprobará la reforma migratoria que legalizaría a doce millones de indocumentados, la mayoría mexicanos. No es una prioridad, aunque mantendrá su apoyo con medios y fondos para la lucha contra los carteles de la droga porque confía en que las fuerzas del orden respetarán los derechos humanos.

Obama explicó que no tiene «una varita mágica» para hacerlo todo al mismo tiempo. Insistió en que sus prioridades ahora son la reforma de los sistemas sanitario y energético norteamericanos. Regular la migración ilegal se tratará a «más largo plazo». Actualmente más de 45 millones de hispanos, de ellos 30 de origen mexicano, viven al otro lado de Río Grande. Un filón de votantes que no hay que despreciar.

El Gobierno de Ottawa también colaborará formando policías, pero tampoco dará marcha atrás en una legislación que impone visados a los ciudadanos mexicanos en un intento por evitar el incremento de solicitudes de asilo.

Al respecto, Calderón señaló que habían «hablado con franqueza» y que en su país «se deplora esa decisión». «Pero -añadió- vamos a trabajar juntos para acabar con las causas que generan este abuso en el generoso sistema de refugio canadiense». Agregó que «no se puede permitir que un tema especifico de la agenda bilateral detenga todo el potencial que tenemos», en concreto la «oportunidad de tres economías que se complementan».

Tanto Harper como Obama tuvieron palabras de aliento a la política de México contra los carteles del narcotráfico. «Canadá reconoce el compromiso valiente del presidente Calderón», señaló el primer ministro canadiense.

Por su parte, Obama garantizó la continuación del apoyo al 'plan Mérida', que provee de medios y fondos para luchar contra el crimen organizado, porque «tengo confianza en que las fuerzas del orden mexicanas observarán el cumplimiento de los derechos humanos».