La textil gallega Caramelo inicia los trámites para suspender pagos

La empresa textil y de confección Caramelo ha comunicado al Juzgado Mercantil de La Coruña el inicio de la fase previa para promover concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos. Asegura que, con unas pérdidas acumuladas de 51,9 millones de euros en los últimos tres años y una deuda que rebasa los 60 millones, se muestra incapaz de reconducir su situación financiera por sus propios medios, y por ello se propone emprender negociaciones con los acreedores.

De forma simultánea, la firma ha formalizado una denuncia contra 24 de sus trabajadores -entre ellos algunos miembros del comité de empresa- a los que acusa de los destrozos producidos en la planta ubicada en el polígono coruñés de A Grela el pasado jueves. La empresa asegura que se propone despedir a quienes protagonizaron enfrentamientos, agresiones y amenazas a otros empleados y también destruyeron muebles y material.

Los incidentes ocurrieron tras la ruptura de la mesa de negociación en la que representantes de la dirección y de los trabajadores de la industria intentaban llegar a un acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la empresa, que afectaba a 237 sobre un total de 800 empleados.

El procedimiento fue objeto de un informe desfavorable por parte de la Inspección de Trabajo. A juicio de los expertos laborales, la empresa no aportó documentación suficiente para probar su inviabilidad con la actual plantillla.