Los agricultores no quieren que haya fallos que estropeen el cultivo.
Ciudadanos

Los agricultores confían en que la cosecha «no se alargue»

El Grupo Remolachero de Cádiz espera que no se produzcan averías en la planta, porque «este año no hay alternativas»

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La azucarera del Guadalete moltura cada día -a pleno rendimiento- entre 9.000 y 10.000 toneladas de remolacha. A este ritmo, los cálculos de la industria apuntan que la campaña de este año, en la que casi 800.000 toneladas van a llegar a la fábrica, dure unos 80 días que los agricultores de la provincia de Cádiz confían en que no se alarguen, ya que «cada día que se extiende la recolección y que el cultivo está de más en el campo aumenta el peligro de pudriciones por el calor, etc.».

Así lo expuso ayer el presidente del Grupo Remolachero de Cádiz, José Manuel Díez, que espera que las previsiones de la azucarera sean exactas «y no haya problemas que puedan afectar a la materia prima», sobre todo porque no hay que olvidar que los productores reciben un pago si la calidad del cultivo es buena.

La principal preocupación de los remolacheros este año en el que sólo hay una azucarera en activo es, precisamente, que se produzca alguna avería que obligue a parar las entregas, como ya ha ocurrido en temporadas anteriores. «Confiamos en que este año la puesta a punto haya sido más exhaustiva y no haya fallos, porque esta vez no hay repuesto ni alternativa», recalcó Díez.

El presidente del Grupo también recordó ayer que el precio que cobrarán este año los productores «al menos permite mantener la rentabilidad y que no haya pérdidas». Y es que a los 27 euros por tonelada del precio base hay que sumar la ayuda de cinco euros que da la industria, la de cuatro euros que aporta la Junta de Andalucía, otros cinco euros más del pago por calidad y, finalmente, otros 2,30 euros que paga la azucarera a cambio de que los remolacheros no retiren la pulpa. En total, unos 43,30 euros que permiten que los cultivadores sean algo más optimistas.

Subvención a contratistas

De otro lado, hay que recalcar que la Consejería de Agricultura ha establecido medidas de compensación a los contratistas de remolacha por la reestructuración de la Azucarera Ebro que supuso los cierres de sus fábricas en San José de La Rinconada (Sevilla) y en Guadalcacín (Cádiz).

Podrán acogerse a las subvenciones previstas en esta orden las personas físicas o jurídicas que sean titulares de maquinaria específica de recolección de remolacha, que hayan trabajado bajo contrato con sus máquinas para productores de remolacha y que hayan hecho entrega en alguna de estas dos fábricas durante las campañas 2004-2005 y 2005-2006.

Asimismo, la orden indica que serán subvencionables las pérdidas soportadas por los contratistas derivadas del proceso de reestructuración de Ebro, evaluadas en hectáreas o su equivalente en toneladas cosechadas.

Por último, las ayudas podrán ser compatibles con otras para la misma finalidad, «siempre que el conjunto de las concedidas para un mismo proyecto no sobrepase los límites establecidos en términos de intensidad máxima».