Antonio G. C, a la salida del juicio. / CRISTÓBAL
Jerez

«Todos están en mi contra»

El acusado del secuestro de su esposa culpa a los demás de lo ocurrido y la víctima sólo habla de maltrato psicológico

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Su comparecencia se desarrolló según lo previsto y ayer el acusado de retener a su esposa durante varios días en el domicilio familiar, Antonio G. C, se sentó en el banquillo para negar cualquier implicación en los hechos. El Juzgado de lo Penal número 3 acogió una vista densa y prologada, caracterizada por el gran número de personas que prestaron declaración entre familiares, vecinos, agentes de la autoridad y peritos forenses. El imputado, al que se le relaciona no sólo con este delito sino también con otros de amenazas, coacciones y malos tratos continuados contra su mujer e hijos, se declaró en todo momento inocente sobre cualquier tipo de acción delictiva. De hecho, calificó de «estupenda» la relación mantenida con la presunta víctima, aludiendo a que su matrimonio era «normal, con sus altas y sus bajas». También aseguró mantener una relación más o menos normalizada con sus vástagos, y lo único que reconoció fue que el trato con su cuñado, que sufre una discapacidad psíquica, no era bueno, aunque todo debido «a su lengua, pues siempre me estaba insultando». Antonio G. C. tampoco reconoció conducta conflictiva o inadecuada por su parte durante los días en los que supuestamente retuvo a su esposa, Isabel B. H, refiriéndose en todo momento a una especie de campaña orquestada por familiares y vecinos en la que el único perjudicado era él, pues «todos están en contra mía».

Tras la declaración del imputado, le tocó el turno a la presunta víctima, cuyo testimonio resultó más descafeinado de lo que se esperaba. La mujer relató algunos episodios de maltrato psicológico durante su matrimonio, aunque también dijo que su ya ex marido nunca le había pegado.