Ciudadanos

La marea humana inunda el Real

El viernes de Feria estalló el espectáculo de caballistas y enganches El calor acompañó esta gran jornada preludio del fin de semana

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hasta el calor se dejó ayer de excusas y decidió salir a pasear por el Real de la Feria de Jerez. Sol de justicia y buenas temperaturas desde primeras horas de la mañana para acompañar a la marea humana que se dio cita ayer en el González Hontoria en otra gran jornada de disfrute y de desafío a la crisis económica.

Era viernes, que es cuando empiezan los días grandes de la Feria, ésos en los que la presencia de visitantes es masiva, ya que los jerezanos siguen dando una nueva oportunidad a su fiesta antes de batirse en retirada a un fin de semana tranquilo, y desde las localidades cercanas llegan multitud de personas con ganas de tomar el relevo y dejar que corran el vino y las sevillanas.

Al mediodía ya había una muchedumbre en el Real, y a la hora de comer los ríos de gente, el estallido de color y el espectáculo de los caballistas y los enganches eran impresionantes. Sin lugar a dudas, y a pesar de que la Feria del Caballo no ha dejado de hacer a su nombre ni un día, fue ayer cuando la presencia de jinetes y coches de caballo se hizo más evidente que nunca.

Tradicionales, elegantes, de capota, con sobrios faroles o bulliciosas chorreras... Había para todos los gustos y el tráfico era continuo por las calles principales del Real. Los que llevan décadas acudiendo a esta cita ya no se sorprenden de lo majestuoso que es el paseo por el González Hontoria. Para los nuevos, la experiencia es «fantástica», como cuenta Domingo González, cochero de Sanlúcar en su primer año en la fiesta jerezana y que no duda en afirmar que «quiero repetir la experiencia, porque ya conocía la Feria a pie, pero esto es otra historia».

En su coche ha paseado a muchos visitantes, buena parte extranjeros, que han disfrutado de una de las mejores vistas del González Hontoria y que han esquivado los efectos del sol con buenos sombreros y bebidas frescas.

En las casetas, gente a reventar, sobre todo muchos grupos familiares que después de acudir días atrás con los compañeros de trabajo o con las amigas el Día de la Mujer decidieron ayer que ya era hora de verse las caras este año en el Real. Además, con la llegada del fin de semana llega también el momento de los reencuentros, porque siempre hay una hija que hace muchos meses que no viene a Jerez por sus obligaciones profesionales en Siria y que casi aterriza en la Feria, o amigos llegados de cualquier parte del país que aprovechan precisamente estos días para la visita de rigor.

Mientras todos ellos se incorporan a la fiesta y tratan de coger el ritmo, los que llevan desde el pasado domingo manchándose los zapatos de albero empiezan a hacer balance y a sacar conclusiones de la celebración de este año.

Es el caso de Jesús, Enrique y Fali, tres amigos que comparten con esta redactora una charla y un agradable almuerzo en la caseta de Jerez Joven y que no se dejan engañar por las apariencias. «Claro que se nota la crisis, porque la gente se sienta a comer y tomar algo, pero los camareros de las casetas dicen que aunque ellos no paran de dar vueltas las cuentas son mucho más pequeñas», cuenta Enrique, que también advierte a los consumidores de que «los caseteros van a ganar sí o sí pese a la crisis, y el truco está en las tortillas a la plancha –las llama así por su mínimo grosor– y las jarras de rebujitos aguadas».

Los tres siguen con los consejos para los que aún tengan ganas de disfrutar unos días más, y recalcan que «lo mejor para aguantar el vino es llenar bien el estómago, comer bien y dejarse de tanto pimiento y tanta fritura», apunta Fali. Ellos predican con el ejemplo y se deciden por unos revueltos de espárragos y una carrillada guisada, y se lamentan de que «una de las señas de identidad de la Feria del Caballo es la gastronomía, el hecho de que en las casetas se puedan encontrar los mejores guisos, y cada año que pasa hay más fritos y menos calidad», critican al tiempo que desvelan un secreto para buenos paladares:«La sopa de tomate que ponen en la caseta de Holcim es soberbia». Pues dicho queda.

Pasan las horas, y el gentío ya es de récord. En todos los grupos alguien murmura que «si esto está así hoy, ya verás mañana (por hoy sábado)». Ysi el tiempo acompaña, seguro que se cumple el pronóstico y no habrá recesión que pueda con la Feria.

Ni la caída de la noche abre huecos en la marea humana, y la muchedumbre desborda la zona de las casetas juveniles, la que ha sido más problemática a lo largo de la semana y en la que la Policía ha tenido que cargar alguna jornada para evitar males mayores.

ppacheco@lavozdigital.es