operación "Bahía"

Detenidos otros tres miembros de la red que falsificó pagarés por valor tres millones de euros

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La Guardia Civil de Murcia ha detenido a tres personas en Zamora, Oviedo y Alicante acusadas de pertenecer a una red que se dedicaba a la falsificación de pagarés por valor de más de tres millones de euros, en la que también estaban implicadas otras 17 personas que fueron detenidas el pasado abril, en la primera fase de esta operación policial.

Los arrestos se han llevado a cabo en el marco de la operación "Bahía", que se ha saldado hasta el momento con 20 detenidos y nueve imputados en las provincias de Murcia, Albacete, Toledo, Sevilla, Cádiz, Granada, Valencia, Alicante, Zamora y Asturias, la mayoría de ellos empresarios o intermediarios financieros.

Las investigaciones comenzaron en octubre de 2008, cuando una empresa murciana denunció que estaban circulando pagarés falsificados correspondientes a la misma y se estaban intentando negociar en varios puntos de España, figurando como beneficiarias de las mismas sociedades mercantiles con las que la entidad no tenía relación comercial.

Durante el transcurso de la operación se detectaron también pagarés falsificados de varias empresas de ámbito nacional.

Los presuntos estafadores endosaban los pagarés falsificados como cesiones de crédito entre distintas empresas y particulares y tenían como garantía la reconocida solvencia de las supuestas empresas emisoras.

Diversas empresas y sociedades financieras aceptaron los pagarés, así como entidades bancarias que los admitieron en las "líneas de descuento" que tenían las personas que los presentaban al cobro.

Los detenidos también utilizaron los pagarés como pago de deudas entre empresarios, algunos de los cuales conocían su origen falso, que eran presentados al cobro por titulares de un tipo de empresas generalmente de poca entidad y con dificultades económicas que accedían a efectuar el descuento en sus líneas de crédito.

Además, según la Guardia Civil, algunos de estos pagarés fueron "duplicados", es decir, falsificados una segunda vez para intentar su descuento en distintas entidades bancarias en puntos diferentes de España.

Los agentes comprobaron que las empresas que figuraban como beneficiarias de los pagarés nunca habían mantenido relaciones comerciales con las entidades a las que se les había suplantado los pagarés falsos y que se trataba de empresas que operaban diferentes sectores mercantiles.

Los pagarés pudieron ser interceptados sin que llegasen a hacerse efectivos en muchos casos porque las propias empresas "suplantadas" alertaron de su existencia, por lo que los agentes han comprobado que, hasta ahora, sólo se han ejecutado y abonado pagarés por importe de unos 500.000 euros.