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Madrid 2016

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L a visita a Madrid de la Comisión de Evaluación del COI, con el propósito de estudiar las condiciones que la capital de España ofrece de cara a la organización de los Juegos de 2016, representa una oportunidad ineludible para que el conjunto del país, sus instituciones públicas, sus entidades privadas y sus organizaciones sociales muestren su apoyo a dicha candidatura. Los trece expertos del Comité Olímpico Internacional que esta semana evaluarán a la ciudad aspirante han podido analizar ya a las otras tres candidatas, Tokio, Chicago y Río de Janeiro. Las tres son referencias indiscutibles en el mundo global, que en ningún caso deberían disuadir a las autoridades madrileñas y españolas de realizar todos los esfuerzos para conseguir la celebración de la cita olímpica de 2016. Frente a la propuesta de tres ciudades populosas, Madrid brinda a la familia olímpica el espíritu entusiasta de sus gentes, el calor humano preciso para que deportistas y visitantes se sientan cómodos disfrutando de un evento de alcance mundial. De ahí que resulte acertada la idea-fuerza de «Los Juegos de las Personas» con la que la candidatura de Madrid trata de competir con las demás. El compromiso adquirido por la Corona, con la acogida que brindarán a los miembros de la Comisión de Evaluación tanto los Reyes como los Príncipes de Asturias, y las garantías de apoyo que el Gobierno les ofrecerá para el óptimo desarrollo de los Juegos, a través de su encuentro con el presidente Rodríguez Zapatero, dejarán claro el respaldo activo de las máximas instituciones del Estado a Madrid 2016. Pero es imprescindible que en el proceso de selección que se prolongará hasta el mes de octubre, tanto por parte de dicha capital como por parte de las ciudades españolas que serían sede para la competición en distintas disciplinas, vaya afianzándose la percepción de la candidatura como una opción adecuada desde el punto de vista de las instalaciones, las infraestructuras, la movilidad, los servicios y la seguridad. El hecho de que ese año la capitalidad cultural europea corresponderá a una ciudad española podría constituir un atractivo añadido a las razonables expectativas que alberga Madrid.