UNIÓN. María Jesús y Rosi muestran sus anillos en la playa de El Buzo de El Puerto.
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«Nosotras repetiríamos»

María Jesús y Rosi se conocieron hace 8 años y en 2007 decidieron dar el paso y casarse en El Puerto

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A los tres meses de conocerse ya convivían bajo el mismo techo. Han pasado por varias dificultades, al igual que el resto de parejas, sin embargo, no tuvieron sus mismos derechos hasta que en 2005 el Gobierno aprobó la Ley que permitía los matrimonios entre personas del mismo sexo. En 2007 María Jesús Ruiz y Rosi Martínez decidieron dar el paso y ahora aseguran que «repetiríamos la experiencia porque fue un día muy especial que se pasó volando».

Se conocieron en 2001 y sus comienzos no fueron fáciles porque venían de otras relaciones y «fue un año muy duro para las dos. A los tres meses decidimos vivir juntas y conseguimos superar las dificultades cotidianas que afectan a cualquier pareja», asegura María Jesús, cuyos padres no sabían que estaba saliendo con una mujer y cuando se enteraron «no pusieron ninguna pega y ahora están locos con ella porque toda mi familia quiere a Rosi». Una complicidad que es recíproca y así se demostró en el día de su boda, una unión que se celebró en junio de 2007 en El Puerto y a la que asistieron tanto familiares como amigos «las personas que nosotras queríamos que fueran».

Pero, su intención de formalizar su relación venía de atrás y por una razón que comparten el resto de parejas, la de tener un hijo. «Ese es el primer pensamiento que se me venía a la cabeza cuando salía el tema de casarnos. Ahora es el siguiente paso que queremos dar y ya estamos preguntando por clínicas porque pensamos que vamos tarde», expone Rosi.

María Jesús será la que se quede embarazada ya que a Rosi «le da un poco de miedo y a mí me gustaría tener la experiencia del parto de modo que seré yo la que me quede embarazada».

Si a los tres meses ya vivían juntas tampoco tardaron mucho más en realizar los preparativos de su enlace. Rosi recuerda que «cuando fuimos a ver el lugar del convite había muchas más parejas y nos preguntaron la fecha. A las que estaban allí les quedaba todavía un año y nosotras eran unos meses, si dentro de un año no sabes qué va a pasar. La verdad es que los preparamos todo muy rápido». Su enlace también ha permitido que «la una tenga más derecho sobre la otra y eso permite que no quede excluida en decisiones importantes como en el caso de las operaciones, por poner algún ejemplo».

Ambas tienen cautela a la hora de hablar de su relación con otras personas si no se conocen desde hace tiempo aunque como bien dice Rosi «nunca negamos la una de la otra, pero tampoco vamos diciendo que vivimos con una mujer».

Se trata de una defensa psicológica que han desarrollado con el tiempo pues «la gente lo primero que hace es juzgar y si de primera le dices que tienes una mujer ya te miran de otra manera, por eso cuando llego a un sitio con gente que no conozco procuro no hablar del tema al menos que me lo pregunten de forma directa. Distinto es cuando llevan un tiempo y te conocen se lo toman de otra forma y se nota en el trato», afirma María Jesús, que también expone que no son una pareja de «demostrarnos nuestro amor en público. A Rosi le da más vergüenza que a mí, que de vez en cuando se mes escapa algún comentario cariñoso delante de gente que no conocemos».

Ya tuvieron una situación complicada en una cala de Conil cuando «estábamos tumbadas con las manos por la cintura y desde el acantilado unas personas nos tiraron piedras. Yo fui corriendo para ellos y la verdad que fue un momento extraño», comenta Rosi. Pero eso ya es agua pasada y ahora viven un gran momento como pareja realizando sus planes de futuro y teniendo en el horizonte el completar su familia.