ESPAÑA

El Gobierno acusa al PP de francotirador mientras el resto afronta los problemas

El líder de los populares insiste en que buscarán apoyos con otras fuerza políticas para aprobar sus medidas alternativas

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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El Gobierno y el PP protagonizaron ayer un nuevo capítulo de enfrentamientos a cuenta de la crisis económica y se culparon mutuamente de falta de colaboración y voluntad de diálogo para afrontar las dificultades. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, acusó al primera partido de la oposición de actuar como un francotirador mientras el ejecutivo y todos los sectores sociales se afanan en colaborar para combatir los problemas. El líder del PP, Mariano Rajoy, cuando presentaba a un grupo de jóvenes emprendedores su Plan Anticrisis, dijo que buscará acuerdos con otras fuerzas políticas para que se aprueben en el Parlamento las medidas de su proyecto alternativo.

Rajoy explicó también que está dispuesto a apoyar soluciones para reflotar entidades financieras en dificultades pero pidió que el Gobierno explique con claridad cuál es su objetivo y el plan para alcanzarlo. Fernández de la Vega -en un desayuno informativo- anunció que el ejecutivo prepara «una hoja de ruta» con los procedimientos previstos para actuar en caso de dificultades en alguna caja de ahorros, como ocurrió en la de Castilla-La Mancha. «Tenemos instrumentos y los medios necesarios para hacer frente a cualquier situación que pudiera presentarse», afirmó y transmitió «tranquilidad» a los ciudadanos porque el Estado tiene capacidad para actuar.

De la Vega arremetió contra el PP y calificó de «inquietante» su actuación ante la crisis. Describió al partido opositor «agazapado en su trinchera particular, cortoplacista y exigua de miras, muy lejos de las necesidades y el tiempo que nos ha tocado vivir». Denunció que «la derecha aún no se ha atrevido a distanciarse» del modelo político y económico que dio por fracasado. «No es ni medianamente serio o responsable -dijo- hacer de francotirador en la retaguardia mientras los demás, ciudadanos, instituciones, empresarios y sindicatos, combatimos la crisis». «Una crisis -añadió- que ellos con sus planteamientos 'neocons' contribuyeron a generar».

Desde la oposición, Mariano Rajoy replicó a la vicepresidenta al culpar al Gobierno de llevar a España a una situación económica de «deflación» y a una crisis más grave de la que padecen otros países europeos. «Si el Gobierno no gobierna, nosotros, desde la oposición, haremos lo que podamos», afirmó al presentar su plan alternativo contra la crisis. En un encuentro con un centenar de emprendedores, reivindicó la recuperación de un discurso de valores porque «ha habido demasiada alegría y apalancamiento» en la etapa del Gobierno socialista y se lamentó de que, en los actuales momentos de dificultades, hay que salvar a quienes concedieron «demasiados créditos». «Es triste -comentó- que tengan que pagar justos y pequeños por los grandes y pecadores». Defendió a los pequeños empresarios a los que atribuyó la gran parte de la creación de riqueza y empleo del país y concluyó que «España es una PYME (pequeña y mediana empresa)».