Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
MARIDO. El marido de la menor sigue en prisión desde que fuera arrestado en 2007. / NURIA REINA
Ciudadanos

Condenados a 17 y 13 años de prisión la madre y al marido de la menor mauritana obligada a casarse

La Audiencia considera que la adolescente fue víctima de una agresión sexual cuando sólo contaba con 14 años El padre de la joven, es absuelto de los delitos más graves

S. T.
| CÁDIZActualizado:

El tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha condenado a la madre y al marido de la joven puertorrealeña de origen mauritano obligada a casarse a 17 y 13 años años de prisión respectivamente al considerar que la adolescente fue víctima de abusos sexuales. Los magistrados han considerado válido el testimonio de los hechos, que fueron denunciados en junio de 2007 en donde también se recogía que la joven fue obligada a contraer matrimonio contra su voluntad cuando tenía 13 años.

El tercer procesado es su padre (Mohamed Ould Abdallahi) quien ha sido absuelto de los delitos más graves, entre ellos el de cooperador en la agresión sexual y cuya pena impuesta es de un año y medio por amenazas. Una condena muy por debajo de los 17 años que le han caído a la madre de la joven (Hawa Mint Cheik El Bou), por violación, coacciones y amenazas, y los 13 que castigan la conducta el esposo (El Moctar Ould Abderrahamane) quien ha sido declarado culpado de la agresión sexual. Todos ellos tienen una orden de alejamiento, que en el caso del padre, se hace efectivo ya, porque es el único que no ingresará en prisión. Los dos procesados que soportan las penas más duras deberán indemnizar a la denunciante con 15.000 euros.

Una boda polémica

La Audiencia ha condenado tanto a la madre de la menor y como a su esposo por haberla forzado a mantener una relación sexual no consentida. Sin embargo, este proceso tiene su origen en un matrimonio del que ella siempre ha renegado, alegando que la obligaron a casarse con 13 años en Mauritania.

Según el relato que expuso en su denuncia, fechada en junio de 2007, y que después ratificaría en el juicio, en el que declaró mediante videoconferencia, en abril de 2005 sus padres decidieron realizar un viaje a Mauritania para que no perdiera contacto con sus raíces, pero cuando llegó al país de origen de su familia, le informaron que iba a contraer matrimonio con un primo lejano que en la actualidad tiene 43 años.

Es en este punto donde las versiones de los acusados y de la joven se separan. La denunciante sostiene que nunca estuvo de acuerdo con ese enlace y que se celebró en contra de su voluntad; mientras que sus padres biológicos y su marido testificaron que ella estaba conforme y que incluso el tiempo que pasó en Mauritania convivió con su pareja sin ningún reparo.

Al año siguiente, en el mes de abril, la joven fue traída de nuevo a Cádiz. La joven volvió a tener contacto con el matrimonio puertorreleaño con el que convive desde que era niña y que la ha ayudado en el proceso judicial, que siempre ha pedido guardar su anonimato, y retomó su vida cotidiana en Puerto Real, donde prosiguió sus estudios de Secundaria.

Las amenazas y las coacciones por las que ha sido sentenciada Hawa Mint comenzaron, precisamente, tras su llega a España, cuando obligaba a su hija a que llamara a su esposo y siguiera manteniendo la relación, pese a la distancia. A finales de mayo de 2007, El Moctar Ould Abderrahamane llegó a Cádiz, con intención de reencontrarse con su esposa antes de proseguir un largo viaje hacia Alemania por motivos laborales y es en ese momento en el que se produjo la agresión sexual.

Los hechos por los cuales ha sido condenado a 13 años se circunscriben al corto periodo entre el 31 de mayo y el 2 de junio, cuando trató de mantener relaciones con la menor hasta que lo consiguió la última noche. Al día siguiente, la joven acudía a un centro médico donde comprobaron que presentaba lesiones características de una agresión sexual. Ese parte de lesiones derivó en denuncia y en el ingreso en prisión de la madre y de El Moctar. La progenitora, Hawa Mint Cheink El Bou, salió en libertad provisional, pero si este primer fallo se convierte en firme, deberá regresar a prisión.

El fallo condenatorio no ha convencido ni a la Fiscalía ni a la defensa de los acusados. El Ministerio Público va a estudiar en los próximos días un posible recurso, cimentado en la exigua pena impuesta al padre, Mohamed Ould Abdallahi, para quien pedía hasta 21 años de cárcel. La fiscal, Lorena Montero, no hizo diferenciación en la intervención que tuvo Mohamed y su esposa, a la hora de forzar a su hija a que tuviera relaciones con su marido, aunque pedía un año más para Hawa Mint por entender que sus repetidos episodios violentos con la niña podrían ser constitutivos de maltrato. La acusación de la fiscal contra el marido, El Moctar, la fijó en la última sesión del juicio en 15 años; también por encima de la pena impuesta por el tribunal.

Recurso

Quien no ha logrado convencer al tribunal ha sido la defensa, que trató de desacreditar el testimonio de la joven y afirmó que de estaba manipulada por quienes ella misma considera su familia. El letrado, José Álvarez, no quiso comentar el contenido de una sentencia, que dijo desconocer, pero sí confirmó que a tenor de las condenas, interpondrían un recurso. Ha defendido que su matrimonio se celebró con normalidad y que ha tenido relaciones sexuales con su esposa con el consentimiento de ella. Negó haber golpeado o maltratado a su hija. Dijo que la menor estaba siendo influenciada por la familia de Puerto Real porque quieren arrebatársela. Mantuvo la misma versión que su esposa, negando haber ejercido cualquier tipo de violencia física o verbal contra su hija. La propia menor reconoció que apenas tenía trato con él.