PRECEDENTE. Imagen de un momento del espectáculo de Eva Yerbabuena en el Festival de Jerez de 2007. / JUAN CARLOS CORCHADO
Sociedad

El Festival de Jerez abrirá el telón con el nuevo montaje de Eva Yerbabuena

Supondrá el estreno absoluto del espectáculo de la bailaora y coreógrafa Traza un recorrido por los sentidos

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Eva Yerbabuena alzará el telón del Teatro Villamarta en el marco del XIII Festival de Jerez, que se desarrollará a partir del próximo 27 de febrero y hasta el 14 de marzo. La bailaora y coreógrafa granadina ha elegido la muestra jerezana de baile flamenco y danza española para el estreno absoluto de su último espectáculo, Lluvia, con el que ella misma ha ideado un periplo por los sentidos en los que la «imaginación» y la «intuición» serán sus dos grandes compañeros de viaje.

Fiel a la composición musical del guitarrista Paco Jarana, su media naranja artística y espiritual, Yerbabuena traza un recorrido «por los sentidos y por ese viaje necesario hacia la intuición cuando se carece de los mismos». En definitiva, «un sirimiri de sensaciones y recuerdos que inundarán el escenario formando parte de la coreografía», ha explicado la cabeza visible de un ballet flamenco que, tras hacerlo en Jerez en este festival, presentará su nueva producción en el Teatro Español de Madrid.

Según lo describe su ideóloga, Lluvia nace de «un día gris de melancolía» y es un «homenaje a la propia melancolía y al desamor, al estar vivo, al sin fin de la vida». Y para ello, ahonda Eva, «nada mejor que la voz interior de una guitarra, a solas, con un tema de guitarra (trémolos) que es planteamiento, nudo y desenlace, y a partir del cual tres voces desarrollarán cantes de otras épocas, como murciana, levantica, taranto, taranta, milonga, tanguillos, romeras y cuplés, que necesitaba coreografiar desde hace tiempo».

Renovador

A todos ellos, se une el sempiterno cierre por soleá, la variante que ha acrecentado la figura de Yerbabuena pero en la que se resiste a que la encasillen. Porque la granadina es infinitamente mucho más que su soleá, de ahí que, como sucediera en anteriores trabajos, busque siempre en sus propuestas un aire renovador, una respuesta creativa a sus estados de ánimo más íntimos y personales de cada momento.

«Será porque a veces he tenido que callar y no lo he hecho, y a veces no me hubiera importado ser no oyente y poder comprobar aquello en lo que nunca he creído, aquello de 'ojos que no ven...'. Y no he creído en ello porque existe la intuición, que te arrastra con fuerza hacia una puerta donde habita la imaginación», abunda Eva a propósito de 'Lluvia', la séptima producción propia que levanta junto a un ballet flamenco que el año pasado celebró su décimo aniversario.

Acompañamiento

Tras el intervalo que supuso Santo y seña, donde Eva recopilaba sus mejores números para conmemorar precisamente la efeméride del nacimiento de su compañía y que trajo al pasado Festival de Jerez, ahora retoma su senda creativa con una propuesta tan sugerente como emocionante en la que estará acompañada por las guitarras y voces habituales de su ballet: Paco Jarana y Manuel de la Luz, al toque; y Enrique el Extremeño, Pepe de Pura y Jeromo Segura, al cante. Además, Yerbabuena se ha encargado de coreografiar los siete números del espectáculo, en los que al menos en tres de ellos contará con un cuerpo de baile integrado por cuatro bailaores y bailaoras: Mercedes de Córdoba, Irene Lozano, Fernando Jiménez y Eduardo Guerrero. El elenco artístico se cierra con la percusión de Manuel José Muñoz El Pájaro y Raúl Domínguez.

En última instancia, el fin que persigue la bailaora de ascendencia granadina pero nacida en Frankfurt es el deseo de «explorar mis inicios incomodando quizá un poco (porque es muy fácil definir a la persona que tienes enfrente y no eres tú) a todos aquellos que creen conocerme».

Yerbabuena, por tanto, abre el XIII Festival de Jerez con su último espectáculo, que en un primer momento iba a llamarse Soledades y finalmente llevará por título Lluvia, donde reaparece más instintiva, intuitiva, serena y madura que nunca. Se trata, sin duda, de una oportunidad de oro para disfrutar del arte y lo más novedoso de una primerísima figura del baile flamenco.