MAESTRO. El dibujante, Albert Uderzo, posa junto a unas réplicas de sus protagonistas galos. / EFE
Sociedad

Astérix en los tribunales

La familia Uderzo litigia por el control del guerrero galo después que su dibujante vendiera los derechos a un grupo editorial francés

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La penúltima batalla de Astérix se libra en los tribunales. Un juez tendrá que pronunciarse sobre la venta de derechos del universal personaje del cómic creado por el dibujante Albert Uderzo y el fallecido guionista René Goscinny hace medio siglo. Sylvie Uderzo, la única hija del dibujante, ha demandado a su padre reclamando explicaciones sobre la venta de derechos y reivindicando, a su vez, su potestad para decidir sobre el futuro del pequeño e irreductible héroe galo. De las decisiones de este proceso judicial dependerá el futuro del guerrero, que muy probablemente seguirá vivo y protagonizando aventuras mucho más allá de la desaparición de sus creadores.

¿Es lícito que nuevos dibujantes y guionistas tomen el relevo de los creadores originales? Es algo habitual en el mundo del tebeo y la cuestión de fondo de un litigio en el que, como casi siempre, hay mucho dinero en juego. Y es que Astérix y cía, que ha vendido más de 300 millones de álbumes, sigue siendo un boyante negocio revitalizado por el cine y la industria del ocio.

Que el personaje sobreviva a sus creadores «traiciona el espíritu de Astérix», según la hija del dibujante. «Me rebelo contra los que son quizás los peores enemigos de Astérix, los hombres de las finanzas y la industria. Es como si las puertas del aldea gala hubiesen sido derrocadas para dejar vía libre a los ejércitos del imperio romano», ha escrito Sylvie Uderzo.

Venta sin consulta

Denuncia en su demanda que no se le consultó sobre la operación de venta del grueso de la sociedad en la que participaba. Su abogada ha reclamado todos los documentos relacionados con la transacción y pretende que se demuestre, mediante unos papeles que de momento se le niegan, que los derechos de Sylvie Uderzo no quedan lesionados con la operación. La letrada se interroga también en su demanda por el futuro de Astérix.

A sus 81 años, Albert Uderzo, que a su vez ha demandado a su yerno, alega que lo único que ha hecho con esta operación ha sido ceder sus acciones a un gran grupo editorial para conservar y mantener la obra que creó junto a Goscinny y que ha hecho felices a millones de lectores en todo el mundo. «El personaje es más fuerte que yo», ha dicho Uderzo tras autorizar la continuación de las aventura tras su muerte.

A partir de 1979 sus aventuras aumentaron exponencialmente su cifra de ventas. Un aumento que se tornó estratosférico -casi 330 millones de álbumes en un centenar de idiomas- cuando se llevaron a la gran pantalla las historias de la aldea inaccesible para las tropas del Julio César con personajes de carne y hueso. La primera película de la saga, Astérix y Obélix contra el César, 1999. Hubo otras dos entregas -Misión Cleopatra y Astérix en los juegos olímpicos- y el negocio creció aún más con la apertura de del Parque Astérix, en competencia directa con el también parisino Eurodisney.