DISCURSO. Díaz habló de los gustos literarios de los jóvenes. / C. O.
Cultura

Jesús Díaz Armas abre el V Seminario Permanente de la Caballero Bonald

El profesor de la Universidad de La Laguna, Jesús Díaz Armas, impartió ayer la conferencia inaugural del V Seminario Permanente de la Fundación Caballero Bonald dedicado en esta ocasión a la novela juvenil. Durante su intervención, -titulada En busca de un lector adolescente: paseo por la actual novela juvenil- el docente explicó que «es prácticamente imposible hablar de novela juvenil sin hablar de gustos literarios juveniles». Para Díaz Armas, «el adolescente es más díscolo y autónomo que en la infancia y es esa insumisión a los dictámenes de los adultos la que ha hecho avanzar a la literatura juvenil».

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En el panorama creativo actual, el profesor destacó el calado que están teniendo en los más jóvenes obras como Crepúsculo, de Stephenie Meyer, o El niño del pijama de rayas, de John Boyne. «Creo que hay obras muy interesantes y también hay un lastre muy grande de otro tipo de literatura con menos ambiciones». Para el conferenciante «es evidente que estamos ante un tipo de novela con rasgos muy diferenciados, que la convierten en atractiva para lectores adolescentes y no sólo para ellos sino también para adultos. Es un medio estupendo de acercarse a la literatura».

Además de estas dos obras, los adolescentes tienen interés por otros géneros como la novela histórica: «En general, por todas las obras en las que haya una mezcla de lo real con lo fantástico. Es herencia de Harry Potter, Laura Gallego...» Otros temas atractivos son las historias de amor que «quizás calen más en las lectoras que en los lectores», aseguró Díaz Armas. «Creo que parte del éxito de esas novelas de ambientación gótica se deben a una trama amorosa importante. Los lectores se sienten a gusto viendo cómo progresa el enamoramiento de una muchacha hacia un vampiro». En cuanto al fomento de la lectura en clase, la opinión del profesor, dada su experiencia, es clara: «Creo que sería necesario que se trabajase este tipo de literatura, que se hablara de tú a tú entre el adulto y el alumno, cada uno diciendo qué es lo que está leyendo, que se tiendan puentes entre la literatura juvenil y la de adultos, viendo que tratan aspectos similares».