Los hospitales de Cádiz acumulan en un sólo año casi 200 denuncias por negligencias médicas

Olvidar una venda dentro, un parto sin monitorizar sin que se detecte el sufrimiento del feto o una espera excesiva en Urgencias que agrava el estado del paciente son algunos de los motivos más frecuentes para dar lugar a una denuncia por negligencia médica. La inmensa mayoría se produce en hospitales públicos y privados, que se reparten las demandas al 50%. En la provincia se interpusieron 191 denuncias el año pasado, 12 menos que en 2007, aunque en líneas generales el total se mantiene constante, según recoge la Memoria de la Asociación Defensor del Paciente publicada recientemente.

Andalucía vuelve a ser la segunda comunidad con mayor número de reclamaciones, la buena noticia es que entre los cinco hospitales que más quejas acumulan se ha descolgado el Puerta del Mar, habitual en esta lista. En su puesto entran los centros Virgen del Rocío y Virgen Macarena, ambos de Sevilla, que reciben a muchos pacientes gaditanos que han de ser derivados para recibir determinados tratamientos.

En la memoria de Defensor del Paciente se hace alusión no sólo a los casos de negligencia, sino a la propia situación de los profesionales sanitarios. La falta de personal en los hospitales y la saturación de determinados servicios son los principales críticas que la asociación hace contra el SAS. De forma generalizada, los que salen peor parados son Traumatología, Ginecología y Obstetricia, Cirugía General y Oncología. Dentro de estas áreas, los casos más habituales son infarto de miocardio o ictus cerebral por un error de diagnóstico y sufrimiento del feto en lo que respecta a lo ginecológico.

Por las características del servicio y el uso que hacen los usuarios del mismo, Urgencias es el que mayor número de demandas recibe. Es habitual asociar el colapso con este área, en parte porque el ciudadano lo utiliza como vía rápida para acceder a la atención especializada. Esta saturación genera el cansancio de los sanitarios a los que se les suma la falta de personal generalizada en todos los centros. Ante esta situación, asociaciones médicas y colegios profesionales ya han exigido el reconocimiento de la especialidad de Urgencias debido al aumento de la demanda asistencial

José Luis Ortiz Mirada es uno de los pocos abogados de Cádiz que se dedica a este tipo de asuntos. Está designado por la propia asociación en la provincia y cuenta con el apoyo de tres profesionales más en su bufete dedicados en exclusiva a las víctimas de negligencias médicas. El letrado hace un especial hincapié en la necesidad de realizar un peritaje profesional de cada caso antes de iniciar cualquier proceso.

«Se me sientan familias desconsoladas por una muerte o una incapacitación grave, pero no te puedes sobrecoger, hay que ser honesto y someter cada caso a un peritaje», explica. Aquí es donde los abogados encuentran el primer escollo: encontrar a un médico que estudie el caso, sea de reconocida solvencia y acuse a un compañero de haberse equivocado. La Asociación cuenta con una red de profesionales por todo el país para evitar que las relaciones personales interfieran en las valoraciones. «Sólo así combatimos el exceso de corporativismo que hay en esta profesión y vamos a un proceso judicial avalados por la opinión de un experto».

Procedimientos

Tanto Defensor del Paciente en su memoria anual como el letrado José Luis Ortiz critican las dificultades que pone el SAS cuando se enfrenta a una denuncia. Según cuenta, ponen trabas para facilitar las históricas clínicas y no ofrecen información sobre los hechos. «Esto retrasa mucho los juicios, con lo que los procesos se pueden dilatar durante años», lamenta Ortiz.

Cuando se trata de una reclamación contra un centro privado o concertado se recurre a la vía civil y en el caso del público, la opción es el contencioso administrativo. «No aconsejo la vía penal, porque nunca prosperan los casos», resalta el abogado.

Intento de estafa

La picaresca también llega al sistema sanitario y muchos son los usuarios que intenta sacarle dinero, habitualmente al sistema público, con una denuncia falsa. Para proteger a los profesionales, víctimas de estos timos, nació la Asociación de Médicos Afectados por Denuncias Injustas (Amadi), cuyo presidente, Carlos Sánchez de Medina, sostiene que «nuestro objetivo es defender a los médicos injustamente acusados, no a los que han errado su diagnóstico».

Con estas declaraciones el doctor Sánchez de Medina deja claro los objetivos de este colectivo, integrado en el propio Colegio de Médicos de Cádiz. La atención que se realiza a los facultativos es de apoyo y encauzamiento de la defensa. «El número de denuncias falsas que se tramitan se mantiene estable, pero la mayoría de ellas no prospera», resalta el responsable de Amadi. Es a la propia institución colegial donde el médico tiene que dirigirse cuando se encuentra en una situación de este tipo. «Allí se estudia el caso y se actúa cuando se tiene la seguridad total de que no hay negligencia». De esta forma se pretende poner cerco a los que intentan aprovecharse de la situación.

emartos@lavozdigital.es