Los 'okupas' toman la calle Espelete

Los vecinos de la calle Espelete cuentan desde hace un mes con unos nuevos inquilinos exentos de pagar alquiler, hipotecas o comunidad: Unos okupas se han instalado en un solar vacío en el que, con plásticos, cartones y telas, se han fabricado una rudimentaria chabola. Además, junto a la vivienda han ubicado, sin necesidad de pedir licencia, un pequeño negocio con el que subsistir: un aparcamiento público. En la pared han pintado un letrero que dice literalmente: «Parking, sólo para vesinos».

Estos no son los únicos okupas que hay en los alrededores. Desde la azotea de una vivienda de la calle Espelete se puede observar que una casa de la calle Ganado, que linda con Espelete, también está ocupada por unos indigentes que incluso dan cobijo a algunos perros entre ellos.

Los vecinos de la calle Espelete aseguran que los okupas «no están siendo nada problemáticos» hasta el momento y aunque puedan tener famas de conflictivos. De hecho, explican que apenas se les escucha, aunque están preocupados por el peligro que supone que estén viviendo en un edificio que presenta un estado muy avanzado de deterioro. Así, temen que los techos se les puedan venir encima, o que utilicen los antiguos sistemas de gas pudiendo provocar una explosión.

Igualmente, la acumulación de suciedad, cartones y plásticos está provocando la proliferación de roedores que se están extendiendo hasta las viviendas colindantes. De este modo, y a pesar de que los okupas «son muy respetuosos», los vecinos denuncian «todos estos daños colaterales que provocan con su presencia».

Pero estos no son los únicos casos. Los vecinos de la barriada de José Antonio también denuncian que hay personas ocupando las fincas de la calle Yerbas y Cruces que tienen que ser derribadas para construir la esperada promoción de Santa Clara, donde serán realojados los vecinos de la zona. De hecho, el edil de Vivienda, Antonio Jesús Ruiz, anunció ayer que ya se ha firmado el contrato con la empresa Demoliciones Córdoba S.A., encargada del derribo. Con todo, los vecinos de la barriada de José Antonio temen que con la llegada de estos nuevos inquilinos los trabajos tengan que posponerse.

Desde hace unos meses el problema de las ocupaciones ilegales está proliferando en Barrio Alto. Muchos promotores han visto en el casco antiguo un filón inmobiliario, por lo que están adquiriendo casas viejas para derribarlas y hacer nuevas viviendas, pero mientras los derribos no se llevan a cabo, los indigentes aprovechan que los inmuebles están vacíos para meterse en unas casas que se encuentran prácticamente en ruinas.

Este medio pidió ayer valoraciones al edil de Vivienda sobre este problema que preocupa a los vecinos del Barrio Obrero, pero por el momento, no ha realizado declaraciones sobre el asunto.

elpuerto@lavozdigital.es