Los golpistas de Guinea Conakry se comprometen a convocar elecciones en dos años

Los militares que protagonizan una intentona golpista en Guinea Conakry se han comprometido a convocar en diciembre de 2010 unas "elecciones libres, creíbles y transparentes", según han anunciado a través de un comunicado divulgado en la radio nacional.

Los golpistas han explicado que su única preocupación es la de "salvaguardar la integridad territorial", lo que consideran "un acto de civismo que pretende salvar un pueblo en peligro".

Los militares golpistas anunciaron ayer la disolución de Gobierno y la suspensión de la Constitución, pero el primer ministro, Ahmed Tidiane Souaré, afirmó que la jefatura de Estado "no está disuelta" y que el intento de golpe es obra de "un grupo minoritario de jóvenes oficiales y soldados". La asonada se produjo sólo horas después de la muerte del presidente del país, Lansana Conté.

El Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo (CNDD), el grupo de militares que dio el golpe, ha elegido como líder de su junta al capitán Moussa Dadis Camara, a quien han trasladado al palacio presidencial y designarán presidente. "Estamos acompañando al presidente del CNDD a la ciudad" ha explicado a Reuters uno de los militares.

Llamamiento a la comunidad itnernacional

El presidente de la Asamblea Nacional, Aboubacar Sompare, ha pedido a la comunidad internacional que no permita que el intento de golpe de Estado tenga éxito. "La comunidad internacional debe movilizarse para evitar que los militares interrumpan el proceso democrático que establece la Constitución", ha declarado Sompare vía telefónica a la agencia Reuters, al tiempo que ha explicado que los golpistas le están buscando, pero que se encuentra en "lugar seguro".

La Carta Magna de Guinea Conakry establece que, en caso de fallecimiento del mandatario, será el presidente de la Asamblea Nacional el que asuma este cargo hasta la celebración de nuevas elecciones, en los siguientes dos meses.

Sin emabrgo, dos días después de la muerte de Conte impera la confusión sobre el liderazgo en el país. Los golpista parecen moverse con absoluta libertad en Conakry y están arrestando a potenciales rivales, según testigos y fuentes policiales.

Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea y los Estados Unidos han condenado el último golpe a la democracia en África, que sigue a la crisis postelectoral en Kenia y Zimbabue y al golpe militar en Mauritania en agosto.