ENTRAÑABLE. Alf se ganó el cariño de la familia Tanner.
ÁNGEL LLÀCER ACTOR

«Si pudiera elegir, me encantaría volver a ver la serie 'Alf'»

Los ochenta fueron los años de La Movida y los pelos de colores, pero también fue la etapa de los veranos azules, de los coches fantásticos, de las chicas de oro, de las peripecias de los soñadores muchachos de Fama, de los culebrones de Falcon Crest y compañía, de los lagartos de V...

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Ángel Llàcer (Barcelona, 1974) era un mocoso cuando llegó el desenfreno ochentero y se acuerda muy bien de la tele de entonces. Encantado, se presta a un ejercicio de nostalgia y se vuelve a sentar en aquel saloncito que presidía un televisor marrón enorme con botones igualmente grandes para cambiar de canal, que el cómodo mando estaba aún por llegar.

«Esperaba a que llegara el viernes por la noche para ver Un, dos, tres porque ese día me dejaban acostarme más tarde. La Bombi decía eso de Por qué será... y mi azafata favorita era Kim», desgrana el polifacético actor, fan confeso de Mayra Gómez Kemp, de quien ha copiado «como una filosofía de vida» su famoso 'hasta aquí puedo leer'. También le dejó pegado como un cromo a la tele, otro de los títulos de la época: Anillos de oro. «Me acuerdo de cómo caían los anillos en la careta de inicio de la serie, con la que descubrí la tristeza».

No le cuesta rescatar esos recuerdos asociados a la tele, es más, a veces le encantaría volver a engancharse a la pantalla como lo hacía entonces. Lo haría si volvieran a emitir Alf, por ejemplo. «Si pudiera elegir, me gustaría volver a ver esa serie», dice Llàcer.

Claro que en este ejercicio de nostalgia se ha colado también alguna imagen desagradable. «Tengo un trauma infantil televisivo. Era una noche de fin de año y estaba en casa viendo el especial de Nochevieja de TVE. Se estrenó el videoclip de Michael Jackson Thriller y creo que estuve tres días sin dormir viendo monstruos por todas partes», relata divertido el barcelonés, hoy ya con el trauma casi superado.