JAMONES. La empresa jamonera Carija, de Bornos, ve cómo los pedidos han bajado. / A. R.
Ciudadanos

La crisis también toca al pata negra

Los empresarios gaditanos del sector alimentario son conscientes de que la cesta de Navidad se aligera en épocas de austeridad y ya notan cómo ya bajan los pedidos

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Existen en economía varios índices que los expertos utilizan para sacar conclusiones sobre la impredecible coyuntura a partir del análisis de elementos de la vida cotidiana. Ocurre, por ejemplo, con el índice Big-Mac, (inventado por la revista The Economist) que, basándose en la comparación de los precios de la famosa hamburguesa en diferentes países, permite conocer, entre otras cosas, la apreciación del valor del dinero de una a otra zona. Sin embargo, quizás el índice más famoso (y temido) por sus constantes subidas sea el IPC (o Índice de Precios al Consumo), que también se sustenta en algo tan cotidiano como la cesta de la compra.

Este año, el alcance de la situación económica y sus secuelas quizá también pueda leerse en otro tipo de cesta, que si no tiene un índice económico reconocido al estilo de las hamburguesas, sí que empieza a dar indicios (no científicos, eso sí) de cómo se encuentra el poderío económico de las empresas españolas. Se trata, por supuesto, de la cesta de Navidad: un regalo tradicional cuyo encargo se gestiona antes de septiembre y se elabora estos días.

¿Veremos menos cestas este año? ¿O la crisis sólo afectará a su contenido? ¿Cambiará el jamón por otros embutidos? Las distribuidoras de cestas navideñas, una de las cuales -Ansama- está radicada en la provincia gaditana, se muestran optimistas y consideran que aunque este año habrá que ser «más conservadores» con los productos, y correr menos riesgos a la hora de lanzar ofertas nuevas, no se dejarán de regalar cestas.

Sin embargo, a casi dos meses de las fiestas, muchas empresas agroalimentarias gaditanas que suelen contribuir con sus productos a este tradicional regalo de empresa no opinan lo mismo, y empiezan a notar cómo el índice de ventas amenaza con oscilar a la baja, y con él, también sus resultados de producción.

Más embutido que jamón

Si en algún producto se está notando más la crisis de cara a la campaña navideña, ése es sin duda el jamón de pata negra, que en la provincia cuenta con diversos secaderos que hacen su agosto, principalmente en estas fechas.

Ese es el caso de la empresa jamonera Carija, situada en Bornos, cuyo gerente y propietario, Antonio Fernández, llega a vincular directamente el descenso de ventas de jamones con la crisis inmobiliaria en un silogismo sencillo: de las numerosas empresas de la construcción que regalaban jamones «este año muchas tienen menos empleados o incluso han dejado su actividad». Resultado: menos regalos y menos jamones. Otras, para abaratar costes, están optando por «sustituir las patas por productos más baratos, como un chorizo o salchichón».

Esta empresa vende en el periodo navideño un 35% de su producción anual, por lo que «superar los efectos de la crisis es vital para seguir en el mercado».

Este año, por tanto, han descartado mantener el crecimiento habitual que tenían, en torno al 20% anual, asegurando que «quedarnos al nivel de 2007, cosa que haremos, lo podemos considerar como positivo, teniendo en cuenta que el crecimiento de clientes es bienestar para el futuro», asegura Fernández.

De más a menos

No sólo de jamón viven las cestas. Y no es el único producto que empieza a notar la crisis. Otra empresa importante de la comarca que da por descartado crecer este año a costa de los regalos navideños es Quesos Artesanales de Villaluenga, que con sus famosos quesos payoyos venía creciendo un 5% año tras año, pasando de los 80.000 kilogramos vendidos en 2006 a más de 84.000 kilos en 2007. Carlos Díaz, uno de sus propietarios, considera que «podremos mantener el ritmo del año pasado, algo que no es poco para como está la situación económica». La razón por la que consideran que podrán mantener este nivel es la calidad del producto ya que las familias lo mantienen como un manjar exquisito que degustar en esta época. De hecho, entre octubre, noviembre y diciembre, la empresa vende el 70% de su producción anual.

«La crisis se está notando, por supuesto», afirman desde la portuense destilería Rives Pitman, que en la pasada temporada navideña llegó a vender nada menos que 62.581 botellas de licores sin alcohol, un producto muy habitual de las cestas navideñas.

«Los pedidos para lotes se empiezan a hacer en verano y hasta finales de septiembre -explican los responsables de comunicación-, este año hemos tenido suerte» a pesar de la crisis en el consumo. «Esperamos incluso superar las ventas del año pasado y alcanzar las 73.400», afirman.

Resultados algo más pesimistas los ofrecen otras empresas también dedicadas a la producción de bebidas, e igualmente habituales en los regalos institucionales. Así, por ejemplo, en las bodegas sanluqueñas de Argüeso hablan incluso de bajadas de un 5% en el número de «pedidos» previos de su manzanilla estrella: San León. «Llevamos una semana contactando con las empresas que nos compraron el año pasado y sí notamos una reducción», afirma José Antonio Sánchez, director gerente de las bodegas, que por contra asegura que las ventas de la anterior campaña (desde septiembre de 2007 hasta agosto de este año) vivieron un crecimiento del 10% respecto a 2006, con unas 30.000 botellas vendidas en total.

Lo cierto es que en cuestión de dispendios económicos, con las cestas no se tira la casa por la ventana, según el director de la distribuidora de cestas en Cádiz, Ansama. Los precios medios más solicitados no bajan de 50 a 70 euros. Por supuesto, las hay más baratas, a las que se espera que se recurra también más esta Navidad. Desde Ansama, se insiste además que es pronto para saber si la crisis afectará a los pedidos. Ya que el mayor volumen de éstos está todavía por realizarse: «El 90% esperará hasta el último momento, entre final de noviembre y diciembre», afirman en esta empresa que garantiza que «al menos nosotros hemos comprado el mismo volumen de patas de jamón que el año pasado».