TRATAMIENTO. Bernardo Agudo en el área de rehabilitación de la unidad de Cádiz. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

Empezar de nuevo a diez metros de la salida

Hoy se celebra el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido con mesas informativas y una pancarta en el estadio Carranza durante el partido del Cádiz

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lo llaman milagro cuando uno salva la vida en un accidente de tráfico grave, pero en muchos casos el milagro se produce a medias. Los siniestros en la carretera son la primera causa de daño cerebral adquirido, un mal que afecta a 6.000 personas en la provincia, más del doble si lo extendemos a los familiares, porque esta deficiencia no es cosa de uno solo.

El pasado viernes Bernardo Agudo soplaba siete velas, una fecha que tiene más presente que la de su cumpleaños. De ese día sólo recuerda que estaba cruzando un paso de peatones en Barcelona y que se despertó en el hospital con las piernas destrozadas y una fractura en la cabeza. Tuvo que repasar varias veces el parte de accidente para creer que el vehículo lo hubiera desplazado diez metros tras atropellarlo y tragar saliva para digerir que tenía que depender de las muletas para caminar y vivir con aquello del daño cerebral.

De vuelta a Cádiz, las lesiones mejoraron con el tiempo y tras la rehabilitación empezó a dar pasos sin apoyo. «Aprender a andar no tiene nada de fácil», reconoce, pero confía en que poco a poco vaya recuperando facultades. Bernardo es el paciente más antiguo de Adacca, la asociación provincial de familiares. Revisa las fichas de los usuarios de la unidad de día, ordena las actividades y anima las clases de rehabilitación, en las que también participa. Hoy asistirá al partido del Cádiz junto a sus compañeros de la unidad. El equipo los ha invitado como regalo por el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido.

Las lesiones que derivan en este mal son de dos tipos: traumatismos cráneo-encefálicos, tumores cerebrales y accidentes cerebro-vasculares o ictus. La directora del centro gaditano, María de Juan, explica que cada persona presenta un cuadro distintos, con lo que «es imposible hacer programas específicos, la atención es totalmente personalizada». En la unidad de día se realizan talleres de pintura, yoga e incluso uno de radio, al estilo del la famosa Colifata que también emite por internet. «Hacen entrevistas a los monitores de centro, a mí, a la presidenta, cuentan su historia, la verdad es que están muy entusiasmados», asegura De Juan. Con el tiempo quieren invitar a gente conocida, políticos o artistas a que participen y se dejen entrevistar por los pacientes. Pero de momento lo que corre más prisa es el cambio al nuevo local en los bajos del estadio. La mudanza está prevista para el año que viene y con estas nuevas instalaciones podrán ampliar las 20 plazas actuales a 30.

Ana María Pérez lleva dos años al frente de la asociación y además es la mujer de Bernardo. Cuando llegó al colectivo empezó a participar en las terapias con familiares y a reordenar su vida y la de su marido. «El primer contacto con las familias es parecido en todos los casos: llegan desorientados, con muchas dudas», comenta. Algunos piensan que el afectado volverá a estar como antes, pero «eso nunca pasa».

La recuperación de las lesiones es variable y depende de la severidad. El tratamiento de rehabilitación ha de ser inmediato, para recuperar facultades cuanto antes. En la rehabilitación toman parte fisioterapeutas, logopedas, psicólogos o neurólogos. El paciente puede mejorar mucho, pero siempre queda dañada una parte del cerebro que nunca se regenera.

emartos@lavozdigital.es