«El tiempo dirá donde tiene que estar este equipo»

Chema (Orihuela, 25-4-1980) conoce de primera mano el amplio significado de la palabra fútbol. El portero alicantino sabe lo que es sufrir una importante pitada de su propia afición, así como la satisfacción de sentirse héroe por un día al escuchar como desde la grada se corea su nombre. El pasado sábado en Chapín le tocó disfrutar de la cara más amable de este deporte.

-¿Cómo se ve la vida desde los altares a los que le ha subido el xerecismo?

-Con mucha tranquilidad. El fútbol tiene estas cosas. Personalmente, nunca he pensado que era tan malo, al igual que ahora pienso que no soy tan bueno. Este deportes es así y ahora estamos viviendo un momento grato, sobre todo, porque el equipo está logrando sacar muchos puntos. Lógicamente, también estoy muy contento con mi trabajo.

-Juega titular, salva a su equipo, el Xerez está en la zona alta de la tabla, ¿qué más puede pedir?

-Tenemos que estar contentos de ver donde estamos este año. Ojalá que continuemos en esa dinámica y que sepamos reaccionar cuando no estemos tan fuertes como ahora. Debemos crecer día a día y el tiempo dirá donde estará este equipo.

-Ahora le ha tocado llevarse el protagonismo.

-Sí, pero esto es fruto del trabajo diario, y no sólo del mío. El equipo está siendo espectacular por mucho que se me esté dando a mí un poco de bombo por haber hecho algunas importantes paradas en los últimos partidos. Hay algunos compañeros que se encuentran en un gran momento de forma. Ahora se me está señalando de manera positiva, pero el trabajo colectivo está dando buenos resultados porque hay otros compañeros que están dando un gran rendimiento. Mira a Carlos Calvo, que salió otra vez de titular y realizó un gran trabajo. Aythami igual, Martí, Francis... están en un momento increíble y por eso el equipo va a más.

-Pero a nivel individual supongo que saldría satisfecho tras el partido ante Las Palmas.

-Tampoco fue un partido en el que tuviera mucho trabajo. Creo que el Xerez lo viene haciendo bien en líneas generales salvo el día del Rayo. No estamos pasando muchos apuros atrás. Si trabajamos todos es más fácil mantener la portería a cero.

-Ante Las Palmas hubo realizó dos paradas espectaculares, ¿con cuál se queda?

-La de Pablo Sánchez es mucho más complicada. Era un mano a mano en un balón que te encaran de manera frontal. Esa era más complicada que la primera de Miguel García, porque en ese disparo tuve la suerte de que el balón me venía cerca de las manos y pude sacarla a córner.

-Todo podía haber quedado en un segundo plano si Las Palmas hubiera aprovechado el malentendido que tuvo con Martí...

-La verdad es que sí. Desde que llegó Esteban sacamos mucho en corto. Martí pensaba que le había cedido la pelota por el otro lado. Fue una jugada tonta por parte de los dos, pero gracias a Dios no pasó nada. Son detalles que pueden marcar el partido, pero el fútbol tiene estas cosas. Yo no me puse nervioso por eso.

-¿Se está cansando de escuchar que está callando muchas bocas?

-Siempre he tenido confianza en mí. Antes, el aficionado expresaba que no le gustaba el trabajo que estaba realizando, y ahora también lo hace. No voy a decir nada a eso, yo me dedico a realizar mi trabajo día a día. El míster y González están contentos conmigo, los compañeros confían en mí y eso es lo más importante. Además, si un futbolista sale al campo y se siente respaldado por su afición siente una satisfacción personal grande. Para mí es un orgullo que la gente esté contenta con mi trabajo.

-Estoy convencido de que llegaron a sus oídos las declaraciones de Porato, ¿qué le parecieron?

-No me sorprendieron porque conozco a Stephane. Nos llevamos muy bien y cuando la temporada pasada me preguntaban a mí, yo decía lo mismo. Todos sabemos como es el puesto de portero y sus palabras no fueron una sorpresa porque es un compañero buenísimo. Me demuestra que me apoya. Eso es lo importante, porque a pesar de ser mi rival directo, lo que queremos es que el Xerez esté lo mejor posible.

-¿Ya se ha olvidado de lo que sufrió la campaña pasada?

-No es que se olvide, pero sí que te queda muy claro lo cambiante que es el mundo del fútbol. La plantilla ha cambiado muy poco, pero tras el año de la temporada pasada, le vimos las orejas al lobo. No queremos que nos pase lo mismo.

-¿Una vez que ha pasado el partido puede confesar si en el vestuario se ha hablado mucho del temor a Las Palmas?

-Uno siempre lo tiene en la mente. No venía a cuento hablarlo, pero creo que todos lo teníamos presente.

-¿Cree que crecerá gracias a la confianza que está obteniendo?

-A mí no me gusta sacar pecho, pero sí ves a tus compañeros tranquilos. A mí me ocurre lo mismo cuando veo la seguridad que ofrecen los defensas, los medio centros o como presionan arriba los delanteros. Estamos logrando muy buenos mimbres. Queremos lograr cuanto antes esos cincuenta puntos y Dios dirá si podemos aspirar a algo más este año.

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