LIMPIEZA. La tasa de basura es de las más volubles. / O. CH.
Jerez

Los vecinos de Jerez, El Puerto y Algeciras son los que pagan más impuestos locales

El IBI, el tributo de Vehículos y la basura suman más de 1.100 euros en estas ciudades Chiclana es la que presenta la factura fiscal más baja y Cádiz está entre las más asequibles

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Una paga entera destinada al civismo y al bien general de todos los vecinos. No es una idea utópica, sino la realidad de la contribución municipal. El gaditano medio cobra alrededor de 1.200 euros al mes (la cuenta resulta de la última renta media por habitante que publicó la Fundación de las Cajas de Ahorro) y eso es lo que se va en cada domicilio de Jerez, El Puerto o Algeciras en pagar los tres tributos básicos que cobra el Ayuntamiento: el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el de Vehículos y la tasa de basura. Más de 1.100 euros, para ser un poco más concreto, se dejan jerezanos, portuenses y algecireños al año en cumplir con sus obligaciones ciudadanas, los más afectados de la provincia por las decisiones de su Consistorio (hay unos límites legales, aunque suele dejarse bastante margen) en materia fiscal.

El otro lado de la cuerda (formada por 11 de los municipios más significativos de la provincia) lo ocupan Chiclana (710), Arcos (811) y la misma capital, donde la factura fiscal de los tres conceptos universales (ya que los pagan todas las casas... y eso, teniendo en cuenta que sólo haya un vehículo) al acabar cada ejercicio es de 817.28 euros, unos 300 euros menos que los vecinos del otro lado de la Bahía y el Vaporcito, los de El Puerto.

La localidad portuense, es más, esgrime el peor balance impositivo en general (añadiendo a las tres básicas otras figuras más relacionadas con la actividad empresarial como el tributo de Constricciones, el IAE, las licencias urbanísticas o las de aperturas comerciales). Ésa podría ser la principal conclusión del Informe sobre los tributos locales elaborado por la Confederación de Empresarios de Cádiz y que se presentó ayer en la sede de la patronal. Aunque su presidente, Miguel González Saucedo, dejó claro que ellos reflejan el compendio de datos (el más completo de la provincia en materia tributaria) y que los análisis corresponden a quien quiera hacer análisis. Y para matizar aún más la posición, aseguró que «nunca se puede decir que una ciudad es la más cara porque quizás sea la que mejores servicios presente y, en cambio, una que cobre poco por impuestos no ofrezca casi nada a cambio».

Habituales y novatos

Los datos, mientras tanto, son los datos. Tras esta simpleza filosófica, se esconde la constatación de que El Puerto y Cádiz serían los peores lugares en cuestiones impositivas. Ambas ocupan siempre uno de los primeros cinco puestos entre las que más cobran por las siete figuras principales (IBI, IAE, Vehículos, Construcciones y Basura) en toda la provincia. El municipio portuense lidera la cuota del IAE y es el segundo más exigente con el IBI urbano y en el de coches. Para las construcciones, ocupa el sexto lugar (aunque es como un segundo puesto porque hay cinco localidades que aplican el máximo y empatan en la primera posición). La capital, por su parte, es la segunda más cara en el IAE, la tercera en IBI y Vehículos y la primera en Construcciones (con otros cuatro lugares: Tarifa, Sanlúcar, La Línea y Algeciras).

¿Y por qué la capital sale tan mal parada cuando luego es de las más benévolas con los tributos elementales? La explicación hay que rebuscarla entre la basura: un residente en la capital desembolsa 192 euros cada año por el servicio de limpieza, lo que supone una cifra bastante baja si se compara con los no menos de 500 euros que se exigen en la mayoría de los grandes municipios de la provincia (en torno a 600 en Algeciras y San Fernando).

Este desfase explica la posición final de Cádiz en el pago de impuestos comunes, pese a que el IBI medio esté muy cerca del máximo legal (es el tercero más alto de la provincia y el segundo entre las capitales de provincia andaluzas). El Ayuntamiento siempre ha recordado que la ciudad no tiene otra opción que mantener el IBI en las alturas, ya que la imposibilidad de crecimiento urbanístico le corta las alas en la recaudación de otros factores como pueden ser las construcciones, las licencias urbanísticas o el propio IAE. Prácticamente, es su principal fuente de ingresos.

La lección de que el IBI es prioritario la tienen muy bien aprendida en todo el territorio gaditano. En 2008, hasta siete ayuntamientos lo elevaron (Cádiz, La Línea, El Puerto, Puerto Real, San Fernando, Tarifa y Ubrique) y otros ocho lo recortaron (Benalup, Bornos, Chiclana, Chipiona, Conil, El Bosque, Medina y Paterna). En este segundo grupo hay dos casos, los de Conil y Chiclana, que, pese a reducir el porcentaje de cobro, han aplicado incrementos del 17% y del 31% en las cuotas finales. La razón es la revisión del Catastro efectuada en ambas localidades: al elevar los valores de las fincas (sin actualizar desde hace más de un decenio), se eleva la base imponible con la que se calcula la tarifa. Para paliar un poco el golpe, se bajó el porcentaje del IBI y por ello chiclaneros y conileños afrontan un impuesto menor al de 2007 pero les sale una cuota mucho mayor.

Lejos del IBI, y hablando de otras modalidades tributarias, la licencia urbanística más abultadas se localizan en Jerez, Chiclana y Tarifa; la de apertura comercial, en El Puerto, Chipiona y Rota; y el Impuesto de Construcciones, en Tarifa, Sanlúcar, La Línea, Cádiz y Algeciras, todos ellos en el límite legal autorizado.

amedina@lavozdigital.es