El derrumbe del techo obligó a cerrar la sede de Asuntos Sociales

A perro flaco todo se vuelven pulgas. La controvertida sede de Asuntos Sociales en la calle Fraile ubicada en pleno centro urbano, que saltó a la palestra hace unos meses tras la denuncia de los sindicatos por el hacinamiento en que trabajan los funcionarios, y donde se vivió hace unos días la escena de una mujer que se prendió fuego cuando quería quemar la sede, no gana para sustos.

En la madrugada del jueves al viernes, parte del techo de escayola de las dependencias interiores del inmueble se desplomó sin que se produjeran heridos.

Al parecer, y según los primeros informes de los técnicos municipales, estos desprendimientos habrían sido provocados por las vibraciones producidas por un martillo neumático con el que unos operarios llevan varios días trabajando en el edificio de la planta superior. El mal estado de las dependencias, que en su día ocupaba la Jefatura de la Policía Local incluidos sus calabozos, y la lluvia de días pasados, hizo el resto.

A primera hora de la mañana de ayer, el delegado municipal del Área, Manuel Guerrero, autorizaba el traslado de varios de los servicios que presta Asuntos Sociales a otras dependencias.

Y es que los operarios tardarán aún varios días en arreglar los desperfectos, que afectan incluso a expedientes del área de drogodependencia.

Se espera que el lunes la sede recupere la completa normalidad, a la espera de que «la Junta se pronuncie sobre la nueva sede que hemos proyectado en La Fuente», dijo Guerrero. Este proyecto, que se supone iba a contar con financiación autonómica, sigue de momento en el aire.