Miles de personas hans eguido en la explanada de Lourdes la homilía marcadamente mariana de Benedicto XVI/. AFP
PRIMERA VISITA A FRANCIA

El Papa se baña en multitudes en la pradera de Lourdes, con una misa matutina y una procesión por la tarde

Celebración del Pontífice con motivo del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a la niña Bernadette

LOURDES (FRANCIA) Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En la laica Francia, Benedicto XVI sigue siendo recibido por multitudes allá donde va. Si ayer le sucedió en París, ración doble ha vivido hoy en la pradera del santuario de Lourdes (suroeste de Francia), donde rodeado de miles y miles de peregrinos ha oficiado por la mañana una misa con motivo del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a la niña Bernadette, y por la tarde ha protagonizado una no menos multitudinaria procesión. En medio de los dos actos se ha dirigido a los obispos franceses y les ha recordado que la Iglesia no apoya las segundas nupcias después de divorcio.

Tras la jornada de frío y lluvia de ayer, cuando el Sumo Pontífice llegó a Lourdes, hoy el día ha amenecido luminoso, lo que ha propiciado un mayor flujo de peregrinos a la pradera. A pesar del barrizal que se había formado, muchos fieles decidieron pasar la noche en tiendas de campaña, mientras otros mantuvieron una vigilia en diferentes iglesias de la ciudad.

Entre estos últimos se encontraban grupos de Neocatecumenales españoles, que con guitarras y tambores pasaron la noche de vigilia entre cantos y rezos. Según fuentes de los organizadores, han acudido a Lourdes más de 30.000 españoles. En total se han congregado allí cerca de 100.000 peregrinos. Benedicto XVI ha llegado a la pradera hacia las 09.45 horas en el papamóvil, con el que ha recorrido el terreno en medio de la multitud.

"Ciudadela de vida y esperanza"

En la primera misa que el Papa ha oficiado en el santuario de Lourdes, Benedicto XVI ha definido este lugar como un punto "de servicio fraterno, especialmente por la acogida a los enfermos, los pobres y todos los que sufren". En ese escenario ha lanzado el mensaje de que "el poder del amor es más fuerte que el mal que nos amenaza".

Desde el santuario que el Vaticano considera "ciudadela de vida y esperanza", el Pontífice ha pronunciado una homilía marcadamente mariana en la que ha resaltado la figura de María, recordando que cuando se apareció a la niña Bernadette Soubirous en 1858 le dijo: "Yo soy la Inmaculada Concepción".

El Papa la ha invocado para que ayude a los matrimonios a descubrir "la belleza de un amor auténtico y profundo, vivido como don recíproco y fiel". Y denuevo ha tenido palabras para los miles de jóvenes que estaban presentes: "No tengáis miedo de decir sí a las llamadas del Señor cuando os pida que le sigáis. Sólo Él puede colmar los anhelos más profundos de vuestros corazones. Sois muchos los que venís a Lourdes para servir esmerada y generosamente a los enfermos, imitando así a Cristo, el servicio a los hermanos ensancha el corazón y lo hace disponible".

Mensaje contra el 're-matrimonio'

Por la tarde, Benedicto XVI se ha reunido con los obispos franceses y después ha participado en la procesión. El Sumo Pontífice alemán ha sostenido "con firmeza" la indisolubilidad del matrimonio ante los representantes eclesiásticos galos y que, aunque rodea del mayor afecto a las personas divorciadas y vueltas a casar, "no puede aceptar" las iniciativas que tienden a bendecir "las uniones ilegítimas".

Los observadores vaticanos han visto en estas palabras del Papa una advertencia a los 116 obispos presentes ante los casos registrados en Francia de sacerdotes que han bendecido a parejas de católicos divorciados y vueltos a casar, a los que se ha permitido además comulgar, lo que prohíbe la Iglesia.

En la laica Francia, Benedicto XVI ha vuelto a tratar sobre las relaciones Iglesia-Estado. Tras resaltar las raíces cristianas de Francia, ha argumentado que la Iglesia "no reivindica el puesto del Estado, no quiere sustituirle. La Iglesia es una sociedad basada en convicciones, que se sabe responsable de todos y no puede limitarse a sí misma. Habla con libertad y dialoga con la misma libertad con el deseo de alcanzar la libertad común", ha proclamado.

Segundo baño de masas

Tras el encuentro con los obispos, el Papa ha participado en una procesión eucarística en la pradera de Lourdes, a la que han vuelto a asistir decenas de miles de personas, las mismas que por la mañana participaron en la misa allí.

Benedicto XVI recorrerá mañana la última etapa del jubileo (el oratorio donde la niña Bernadette recibió la primera comunión), y celebrará una misa con los enfermos, último acto de su visita a Lourdes, tras el cual regresará a Roma.