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Tres millones de hindúes sufren la falta de alimentos y agua potable por las inundaciones

El Ejército indio se ha sumado a las tareas de rescate de los cientos de miles de personas que permanecen aisladas, privadas de alimentos y agua potable, por las graves inundaciones que este año han anegado distritos enteros del estado septentrional indio de Bihar. Durante el fin de semana, el nivel de las aguas ha vuelto a subir e inundado nuevas zonas de cinco distritos de Bihar. La ayuda recibida sigue siendo insuficiente para los tres millones de afectados en unos 1.600 municipios de 16 distritos del estado, uno de los más subdesarrollados de la India.

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Unos 4.500 miembros del Ejército colaboran con los equipos de rescate para socorrer a los damnificados, según explicó una fuente militar a la agencia PTI, y añadió que la tarea está siendo supervisada por el comandante del Mando Central del Ejército, el general H. S. Panag. Seis helicópteros militares participan en el esfuerzo, lanzando víveres a las personas aisladas o acudiendo al rescate en zonas inaccesibles por tierra.

Hasta el momento, según las cifras oficiales, cerca de 470.000 personas han sido evacuadas y más de 150.000 han sido albergadas en campamentos habilitados por las autoridades. El jueves, el Ejecutivo biharí cifró en un millón el número de personas que habían quedado aisladas por las inundaciones causadas por el desbordamiento y cambió de curso del río Kosi, debido a la rotura de diques durante las lluvias del monzón.

Ayuda insuficiente

«Están llegando más barcos y más equipos de ayuda pero no son suficientes para atender las necesidades. Se necesitan inmediatamente agua potable y comida», dijo el director para la región de Bihar de la ONG Action Aid, Vinay Ohdar. Ohdar, quien está en el distrito de Supaul, uno de los más afectados por las inundaciones que comenzaron hace dos semanas, explicó que uno de los principales problemas es llegar a toda la gente que se encuentra aislada en lugares remotos y añadió que la situación que están viviendo es «mala».

«La gente está pasando hambre y bebe agua contaminada que les transmitirá enfermedades. Se ve a personas en los tejados de las casas a la espera de ser rescatadas», describió. Las infecciones por la ingesta de aguas insalubres es otra de las preocupaciones de los cooperantes que trabajan sobre el terreno.