HOTELES. Los alojamientos de la provincia despiden a los turistas de agosto y dan la bienvenida a los visitantes de septiembre, que cada vez son más. / ÓSCAR CHAMORRO
Jerez

El sector turístico cierra agosto con una bajada sólo del 3% en ocupación hotelera

Septiembre se consolida como mes vacacional y se prevén los mismos datos que en julio, aunque los hosteleros temen que 2009 sea mucho peor

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«Firmaríamos un ejercicio así para el próximo verano». Así resumió el presidente de los hosteleros de la provincia de Cádiz, Antonio de María, la temporada que finaliza con los dos meses turísticos más fuertes del año. La patronal está contenta, sobre todo teniendo en cuenta que han bordado las previsiones que tenían para este mes - y que fueron calculadas con la crisis encima-. Los empresarios habían pronosticado una ocupación hotelera en torno al 90% y han cerrado el mes con un 89,9%, según datos de Horeca.

Este porcentaje se aleja sólo en un 3% escaso respecto a la ocupación registrada en 2007 durante el mes de agosto (92,7%). Este leve descenso del destino provincial se completa con la bajada del 5% del mes de julio, que fue algo más flojo, pero que tampoco fue tan negativo como apuntó la crisis económica nacional e internacional. Aunque, hay que matizar que el número de visitantes de la provincia ha sido sensiblemente menor, con una caída del 10%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (Ine), por lo que la ocupación sopesada por los hosteleros se explica con un aumento de las estancias medias.

También hay cierto optimismo para el mes que comenzó ayer, ya que los empresarios consideran que se alcanzará un 72,5% de ocupación durante la primera quincena de agosto y un 63,5», durante la segunda, «algo que para septiembre está muy bien. Y será mejor si continúa haciendo este buen tiempo con el que lo hemos comenzado», concluyo De María, quien auguró que en el mejor de los casos y «si el tiempo no lo impide» se lograrán los mismos niveles de ocupación que durante este mes de julio, es decir, en torno al 80%.

Por municipios

Pero no todas las localidades viven este verano de crisis de igual manera. Mientras que Tarifa o Cádiz se han mantenido respecto al año anterior, con bajadas mínimas en agosto (-0,5%), otras como Arcos o Jerez han sufrido bajadas del 9% y del 6,4%, respectivamente. La lectura más optimista del dato negativo, en el caso de Jerez, es que a pesar de que la Ciudad del Caballo ha bajado «porque no ha habido lleno en la costa, significa que todo lo que ha tenido es clientela propia», por lo que la dependencia de destinos con playa se va haciendo cada vez menor.

Zahara de los Atunes registró un descenso del 4,8% en su ocupación hotelera, un dato que está condicionado por la marcha de los grandes hoteles del municipio, y no tanto de los más pequeños, ya que el núcleo de población ha estado lleno. Una bajada similar, aunque sin comparación en número sino en porcentaje de ocupación, es San Fernando, que bajó un 4,5%.

Todo lo contrario de lo que ocurrió en Zahara se vivió en los hoteles de El Puerto, «donde se ha mantenido el verano, en parte, gracias al buen ejercicio que ha realizado el Grupo Jale -entre los que se encuentra el Hotel Monasterio de San Miguel o el Duque de Medinaceli-», apuntó el presidente de los hosteleros.

En el descenso medio de la provincia, en torno al 3%, se encuentran Chipiona y Chiclana, dos de las poblaciones que reciben al mayor número de visitantes.

Otro aspecto diferente de la situación del sector es el de la rentabilidad. Hace pocas semanas, el Ine apuntó que los hoteles andaluces se revelaban como los que menos han subido los precios en esta temporada, en torno al 1,1%. Este incremento es mínimo si se relativiza con el fuerte incremento de los productos de primera necesidas «y con el aumento del 5% del sueldo de los trabajadores, estipulado por convenio, o el coste de la luz», explicó De María, quien añadió que se ha trabajado con precios del año pasado, a lo que hay que sumar los paquetes promocionales de los hoteles, que comenzaron a salir por el mes de mayo, en previsión de la crisis económica.

A pesar de todo, los hosteleros han dejado de aguantar la respiración, por ahora, aunque apuntan a que el verano que viene será peor porque la crisis habrá repercutido más en las economías familiares.

mmorales@lavozdigital.es