PRESUNTO. El retrato robot del sospechoso del 'caso Madie'. / R. C.
MUNDO

El sumario del 'caso Madeleine' revela los dos retratos robots de un sospechoso

La documentación confirma que no hay ninguna prueba evidente en torno a la desaparición

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El secreto de sumario del 'caso Madeleine' se hizo público ayer, pero confirma lo que ya se intuía, que no existen pruebas concluyentes sobre la desaparición de la niña británica. Lo más llamativo de los informes son los dos retratos robots del sospechoso, que por primera vez se pueden ver. Éstos se realizaron tres días después de la desaparición de la pequeña McCann. Junto a este dibujo hay fotografías de los lugares claves de la investigación, así como los informes del Ministerio Fiscal y la Policía portuguesa.

Las imágenes del sospechoso muestran a un joven de raza blanca, ojos oscuros y profundos. Ésa fue la descripción que ofreció el turista británico Derek Flack. Flack vio a un hombre que actuaba de manera preocupante cerca del apartamento donde los McCann pasaban sus vacaciones, en Praia da Luz (Portugal). Otro testigo, Lance Purser, aseguró haber visto a un hombre de similares características en el tiempo en que desapareció la pequeña, de tres años. Esta información aparece en el secreto de sumario sobre la investigación policial, que se difundió ayer a la prensa catorce días después de cerrarse el caso y trece meses desde que comenzó la investigación.

«Probablemente» muerta

El sumario confirma que no hay ninguna prueba evidente en torno a las circunstancias de la desaparición, en mayo de 2007, de Madie, a la que se considera «probablemente» muerta. En total son 17 volúmenes, con más de 30.000 páginas y documentos anexos, cuyo contenido principal ya había sido difundido en diversas declaraciones y libros.

En ellos se recogen las sospechas de los investigadores de que los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, fueran acusados de 'argüidos' (sospechosos). Pero el Ministerio Público portugués subraya en su informe que no está probado ninguno de los indicios apuntados por los detectives. También se recogen las fallidas presiones de la policía lusa al matrimonio McCann para que confesasen su implicación en el caso.