Chiclana

El PSOE mueve ficha, pero se resiste a hablar aún de moción de censura

Es un secreto a voces, pero nadie del partido quiere confirmarlo oficialmente. El PSOE está apurando las horas y realizando contínuos acercamientos y guiños tanto a la dirección provincial de IU como a la única edil del PSA en Chiclana para preparar el terreno de una hipotética moción de censura contra el alcalde, Ernesto Marín.

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Algunos socialistas confían en que la ruptura del pacto está cerca, mientras que los representantes institucionales del partido a nivel provincial sitúan la pelota en el tejado de la dirección de IU.

Lo cierto es que la frustrada redistribución de su gobierno realizada por Marín la pasada semana tras el cisma interno de IU ha hecho mella en el cuatripartito. Algunos de sus miembros, caso de Mari Ángeles Polanco, esperaban más de esos cambios, puesto que según ha podido saber este medio la edil del PSA, clave en un posible vuelco en la alcaldía, había exigido ostentar delegaciones como Mujer o Promoción de la Ciudad, y dirigir la radio municipal los próximos años.

Marín ha dicho no por el momento a sus peticiones, y eso podría volverse en su contra. Polanco todavía no ha dicho su última palabra, y algunos aseguran que ya ha empezado a negociar con el PSOE una posible alianza a medio y largo plazo, algo que ella desmiente.

IU se debilita

Por su parte, la agrupación de Izquierda Unida en la localidad sigue debilitándose. La última decisión de Butrón ha sido apartar de su disciplina al auxiliar del Grupo Municipal, Roberto Palmero, al que podrían seguir otros cargos de confianza nombrados tras llegar al poder y que ahora no cuentan con su bendición.

La tercera parte de este complejo puzzle, el PP, continúa viéndolas venir. Su último movimiento de llevar a la Fiscalía el presunto caso de prevaricación de Jiménez Barrios por una edificación ilegal del edil socialista, Ruíz Piñero, huele a cortina de humo para distraer la atención de una gestión que «no está siendo como a mí me gustaría», según reconocía hace unos días el propio Marín.

Ahora toca esperar movimientos en uno y otro bando para ver si, como algunos piensan, agosto se convierte en un mes clave para dar o quitar la estabilidad al cuatripartito. Lo que está claro es que tras las vacaciones estivales el nuevo curso político 2008-2009 será de lo más movido.