Los vecinos de la calle Real temen que las obras del tranvía agrieten sus casas

A pocas semanas para que comiencen las obras del tranvía, numerosos vecinos de la calle Real se encuentran inquietos tras la visita a sus casas de los técnicos que están realizando una medición y valoración acústica y del riesgo como consecuencia del paso de dicho transporte por la principal vía de la ciudad. Las alarmas se encienden porque tales profesionales advierten a los propietarios de la posibilidad de que aparezcan grietas en los inmuebles, lo que ha generado dudas entre parte de la ciudadanía sobre la viabilidad del proyecto y la advertencia ahora de tal peligro.

Aún existen asociaciones que reclaman que les expliquen las actuaciones que se van a llevar a cabo, así como que le muestren los estudios que aseguren que el paso del tranvía por la calle Real es la mejor opción.

Es el caso de Casco Histórico o Emproa, que aglutina a la mayor parte de los comerciantes que se verán afectados por las obras. Afirman haber realizado peticiones de información, así como la realización de un debate público que aglutine a los grupos municipales, y aún siguen esperando la respuesta de populares y andalucistas. De forma que se sienten apartados por tener un interés crítico sobre ciertos aspectos de la actuación. El presidente de Emproa, José Antonio Muñoz, lo explica de manera muy gráfica porque para él es como «si quisieran abrirle a tu niño la barriga pero no te explican por qué o si hay otra alternativa mejor». De hecho, aseguran que hay muchas contradicciones porque no hay una planificación en cuanto a las bolsas de aparcamientos en el centro, condición para que entidades como Acosafe respalden el proyecto.

Otro tema espinoso se encuentra en las subvenciones, pues hay una opción para que los comercios consigan parte de la financiación de la remodelación del local en el tiempo que duran las obras, sin embargo como expone José Antonio «hay muchos empresarios que ya han realizado una fuerte inversión para mejorar sus negocios y porque le den parte de la reforma no van a volver a hacerlo».

Hay un sector importante de la población que ve demasiados problemas en el tranvía, que no consideran que lo rechacen sistemáticamente, simplemente que exponen su inquietud ante la viabilidad de las obras.