FULMINANTE. El alcalde compareció sólo ante los medios para dar a conocer la noticia. / J. M. A.
Chiclana

Marín cesa de sus responsabilidades en el gobierno local a Nadine Fernández

El alcade asegura que la decisión cuenta con la «unanimidad» del cuatripartito

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El alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, hizo oficial y público en el día de ayer lo que era un secreto a voces. Nadine Fernández, la concejal de IU apartada de la disciplina de partido por su Asamblea Local, ha sido cesada de todos sus cargos públicos y responsabilidades dentro del equipo de gobierno municipal.

Según Marín esta decisión fue tomada por «unanimidad» en el seno del cuatripartito, y se justifica en «el hecho de que desde uno de los partidos que sustentan este pacto se me ha haya pedido el cese y, además, hayamos perdido la confianza en esta persona».

El regidor chiclanero mantuvo en la mañana de ayer un encuentro a puerta cerrada con los portavoces de los cuatro grupos que sostienen el gobierno en Chiclana, PP, IU, PA y PSA, en donde se tomó la decisión anunciada minutos después de las dos de la tarde.

Este minigabinete de crisis analizó las consecuencias de los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos días, y llegó a la conclusión de que apartar a Nadine Fernández de sus delegaciones de Personal, Participación Ciudadana y Parques y Jardines «era lo más adecuado».

Pero su cese no será el único. El propio Ernesto Marín anunciaba también ayer que ha decidido apartar de sus responsabilidades como cargo de confianza de Alcaldía a Ignacio Ostúa, antiguo dirigente de IU que ocupaba hasta ahora un puesto en el área de Personal en el Ayuntamiento.

La explicación para este despido es la misma que la dada para apartar a Fernández, es decir, «la pérdida de confianza en esta persona y el trabajo que realiza».

A partir de ahora, Marín debe reorganizar el equipo de Gobierno y repartir las responsabilidades y los cargos institucionales que ocupaba Fernández entre los miembros de su actual equipo.

En el día de hoy se dará a conocer la redistrución que se prpone, que pasa por la reordenación de delegaciones entre los concejales. «Aprovecharemos para realizar algunos cambios; las novedades se conocerán mañana (por hoy)», apuntaba ayer el primer edil.

De momento lo único seguro es que a partir del próximo Pleno ordinario de julio, la hasta ahora número tres de IU pasará a tener la catalogación de concejal no inscrita en la Corporación Local, toda vez que en el Reglamento Orgánico de Funcionamiento del Ayuntamento, el ROF, no contempla la figura del Grupo Mixto.

Por su parte, la concejal afectada calificó ayer la pérdida de las delegaciones que ostenta como «un ajuste de cuentas por mi actitud crítica». Nadine Fernández calificó de «insostenible» la situación que se vive en la ciudad, y tildó de «ineficaz» al actual equipo de Gobierno, que según ella «no ha sabido poner en marcha el pacto de regeneración democrática que justificó en su día el pacto».

Moción de censura

Además, Fernández asegura que «espero que mi exclusión del gobierno no sea la excusa para comenzar una caza de brujas con los técnicos que han desarrollado su labor en el último año en diferentes delegaciones», y anunció que tiene intención de «seguir los pasos marcados por la dirección andaluza y provincial de Izquierda Unida para la reconstrucción del proyecto de IU en Chiclana».

De momento, ni Ernesto Marín ni ningún otro componente del gobierno municipal ha hablado abiertamente de ruptura ni de desconfianza, pero es notorio que las relaciones dentro de esta coalición de gobierno se han deteriorado en los últimos meses.

Ayer mismo el regidor se mostraba confiado sobre el futuro de esta coalición y restaba importancia a lo ocurrido; «el pacto sigue adelante y este gobierno, unido, también; en ningún caso puede hablarse de que haya un vacío de poder», ratificó Marín.

Además, aseguraba «no haber hablado de moción de censura, algo que en todo caso correspondería a otros», e insitía en que mantiene «plena confianza en todos los miembros de mi equipo de Gobierno mientras no me demuestren lo contrario».

Estas palabras de Marín hacían referencia a la posibilidad de que el PSOE negociara con alguno de los partidos que lo apoyan para arrebatarle la alcaldía a través de una moción de censura. Para que ésta prospere haría falta al menos un voto más en la Corporación.