PLENO. Imagen del la sesión celebrada para debatir sobre el estado de la ciudad. / C. L.
EL PUERTO

El reñidero de los que mandan

El Ayuntamiento ha celebrado por segunda vez en la historia un Pleno sobre el estado de la ciudad; cada grupo alabó sus logros y criticó el trabajo del resto

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Todos y ninguno tienen razón. Esta paradoja es lo único que quedó claro en el Pleno de debate sobre el estado de la ciudad que se ha celebrado en El Puerto. Todos los partidos políticos llevaban escrupulosamente estudiadas sus intervenciones para resumir de todo y de nada en veinticinco minutos, pero al final, pocas ideas en claro pudieron sacar los ciudadanos que se acercaron hasta el salón plenario para escuchar a los portavoces de los diferentes grupos municipales.

Uno de los principales asuntos sobre el que se debatió fue el Plan General de Ordenación Urbana, PGOU. Si nadie dijera lo contrario, parecía que PP e IP hablaban de documentos totalmente opuestos. Así, Juan Gómez de IP, defendió la calidad del documento que su equipo dejó «prácticamente finiquitado» antes de salir del Gobierno local. Por ello, para Gómez, el único objetivo que persigue el nuevo equipo de Gobierno reelaborando el plan es «conseguir realizar su propio modelo de ciudad».

Pero para la portavoz del equipo de Gobierno, Patricia Ybarra, el documento heredado es «un auténtico desastre», motivo por el que justificó la necesidad de haber tenido que contratar a un equipo redactor externo al que se le pagarán dos millones de euros para que rehaga el plan antes de mandarlo a la Junta de Andalucía para que dé su aprobación.

Pero ésta no fue el único legado que salió a relucir durante el Pleno. Y es que para IP, «todos los proyectos que el tripartido ha inaugurado durante este año se los debe a la herencia de IP». Así, recordó que la piscina y el teatro son «fruto del esfuerzo del anterior equipo de Gobierno» y animó al PP a «trabajar para realizar inauguraciones fruto de sus propias gestiones».

Pero sin duda, el momento más crítico fue cuando todos los grupos de la oposición dedicaron gran parte de sus reglamentarios veinticinco minutos de exposición para arremeter contra el tripartito y, especialmente, contra el edil no adscrito, Fernando Gago. Y es que los miembros de la oposición coincidieron en denunciar que «Gago tiene El Puerto más en la cartera que en el corazón».

La respuesta de Fernando Gago no se hizo esperar. El edil no adscrito, sin perder la compostura y el temple, dejó claro que no estaba sentado en el Pleno «por dinero». Su argumentación fue clara y rotunda. «Tengo 67 años, aunque estoy seguro de que no los aparento, y podría perfectamente disfrutar de mi condición de jubilado ya que estuve más de 35 años trabajando para una bodega y cobraría lo mismo que cobro ahora». Por ello, Gago insistió en que «tengo las manos totalmente limpias».

La limpieza, o la falta de ella, según el turno de palabra, fue otro de los puntos claves del debate. Para el PSOE, IP e IU, la falta de ella «muestra que algo se está haciendo mal» y que la empresa adjudicataria «no está cumpliendo el pliego». En cambio, el PP alabó «las mejoras que se han conseguido en poco tiempo en la materia».

Por otro lado, donde la oposición habló de crisis interna en el equipo de Gobierno y de dimisiones, el PP se centró en «la buena coordinación entre las áreas». Donde la oposición habló de falta de proyectos, el PP enumeró las mejoras que se pondrán en marcha como el Plan de Barrios dotado con un millón de euros, y donde la oposición criticó la falta de participación, el equipo de Gobierno recalcó «la facilidad para obtener todos los documentos requeridos por todos los partidos políticos». Durante e debate, el tripartido recibió un gran número de calificativos. «Mayoría ficticia, intereses e ineficacia», fueron algunos de ellos. En cambio, el PP, el edil del PA, Antonio Jesús Ruiz, y Fernando Gago, aseguraron estar trabajando en «total armonía».